Por: Freddy Marín González *
La emergencia y prevalencia del COVID-19 ha conducido a que las organizaciones del sistema social desarrollen estrategias para lograr la adaptación en un entorno de gran incertidumbre y cambios bruscos que encadenan transformaciones de amplio alcance e impacto, no solo en el ámbito local sino también desde una perspectiva global. La situación pandémica ha conducido a resignificar los procesos clave que desarrollan individuos e instituciones en las diferentes áreas del saber humano, tal es el caso de la gestión del conocimiento. Surgen interrogantes asociadas a ¿Cómo desarrollar procesos de gestión del conocimiento que permita a las organizaciones responder de manera ágil y efectiva a los desafíos y retos que impone el nuevo orden mundial?, así mismo resulta pertinente cuestionarse acerca de ¿Cuáles son las implicaciones sociales que el nuevo orden mundial trae para la dinámica del conocimiento interdisciplinario que fundamenta el proceso de transferencia, difusión conversión en ámbitos interorganizacionales e intersectoriales?
En este orden de ideas, resulta conveniente reflexionar acerca del alcance conceptual y operativo del proceso de resignificación de la dinámica del conocimiento. La resignificación implica la emergencia de nuevos paradigmas que posibiliten visiones compartidas por la comunidad de científicos organizados. Se traducen modelos representacionales de una realidad signada por su turbulencia y caos; precisamente la aparición y prevalencia del COVID-19, ha contribuido a validar la tesis de que el contexto social es altamente impredecible, y donde las variables clave tienden a estadios permanentes de desequilibrio.
Los mecanismos de resignificación de la dinámica del conocimiento organizacional en el contexto del nuevo orden mundial, va asociada a formas emergentes de producción, transferencia y difusión del conocimiento científico; conduce a la caracterización de una estructura de sustentabilidad evidenciada en unidades, procesos y recursos que viabilizan la innovación en ideas, conceptos, proposiciones, modelo, teorías e incluso tecnologías. Desde esta perspectiva la referida dinámica conlleva procesos de invención, descubrimiento o comprensión como vías aproximativas a la producción, transferencia y validación de un conocimiento de signo innovador.
Una concepción innovadora en la dinámica del conocimiento subyace en la concreción de una interfaz relacional entre las formas de conocimiento: tácito, científico, técnico o explícito. Los flujos que permiten la conversión del conocimiento se validan desde una postura convergente de base interdisciplinar, es decir la dinámica del conocimiento en el ámbito de la complejidad propia de las organizaciones frente al COVID-19, supone la concepción de territorios cognitivos interdisciplinarios como espacios para el cultivo de ideas, donde los diferentes dominios aportan información clave como respuesta a las nuevas demandas sociales. Se pretende la generación de un conocimiento integrado que pueda contribuir a resolver problemas propios de la nueva realidad. Por ejemplo, en el contexto escolar el conocimiento generado contribuye a explicar núcleos problematizadores relacionados con temas como calidad, pertinencia, aseguramiento del aprendizaje, mediaciones didácticas, convivencia (Salas y Combita, 2017; Santander, 2018; Arias, 2018; Contreras, 2018),
En la dinámica del conocimiento para el nuevo orden mundial la producción y transferencia de un conocimiento integrado e interdisciplinario, resulta una estrategia válida y pertinente que coadyuva con la intervención propositiva del contexto; al respecto núcleos problematizadores asociados al COVID-19 podrían ser abordados desde los aportes que hacen los dominios de las diferentes disciplinas en un sentido convergente de crecimiento y desarrollo interdisciplinar; por ejemplo, dimensiones del subsistema salud, educación, tecnología, valores, cultura, podrían ser explicados, analizados y comprendidos a la luz de una dinámica del conocimiento interdisciplinario.(Espinoza y Marín, 2019; Marín, et al, 2019; )
Aún cuando disciplinas, como las ciencias médicas orientan la dinámica del conocimiento desde la hiperespecialización, por ejemplo en el componente de la microbiología, también es cierto que en el marco de paradigmas emergentes, la mayor parte de las disciplinas buscan mecanismos de entendimiento desde la creación de isomorfismos lingüísticos y conceptuales que cimienten las bases para la configuración de la interfaz relacional; al respecto, destacan tensiones, anhelos, divergencias que en el marco del COVID-19 son inmanentes a los actores y subsistemas sociales, y constituyen germen para la configuración de un conocimiento interdisciplinario, por cuanto sus formas comportamentales solo podrán ser descritas, explicadas, analizadas y comprendidas a la luz de los aportes que en forma convergente hacen múltiples dominios científicos.
Resulta impostergable una dinámica del conocimiento interdisciplinario que se fundamente en la resignificación de la praxis científica. En el nuevo orden mundial resignificar la praxis científica permite prestar una mayor atención a las formas de ser, pensar, sentir y actuar de cada uno de los actores que participan de la producción, transferencia, difusión y validación del conocimiento. Por tanto, se considera la innovación tecnológica como la variable clave que interviene en la mediación ontoepistemológica y metodológica que dinamiza el conocimiento de base interdisciplinar. (Marín, 2010; Guedez et al, 2017; Martínez, 2018; Giraldo et al, 2020; Marín et al, 2021)
En forma conclusiva se puede afirmar que, en tiempos de COVID-19 la dinámica del conocimiento interdisciplinario en el ámbito de las relaciones interorganizacionales e intersectoriales, representa un espacio de posibilidades para que cada uno de los actores participe de forma deliberada y consciente en la transformación social; implica una nueva racionalidad cognitiva sobre la base de un cambio conceptual y paradigmático, donde los vacíos e inconsistencias del mundo real se conviertan en potenciales áreas de desarrollo.
Referencias
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Freddy Marín González
* Dr. En Ciencias Humanas.
Postdoctorado en Ciencias Humanas.
Profesor Tiempo Completo Titular Universidad de la Costa, Colombia.
Editor Jefe Revista Cultura Educación y Sociedad.
Líder de la línea de Investigación en Calidad Educativa.
Profesor Emérito de la Universidad del Zulia, Venezuela.
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-3935-8806
Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=TmoQZU4AAAAJ&hl=es
CVLAC: http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_rh=0000046049
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