Nos hemos referido en múltiples oportunidades, en esta bitácora de InterConectados, a diferentes aspectos de las complejas relaciones que existen entre la cultura y las TIC. Así, tan temprano como diciembre del 2011 aparecía la primera mención a la cultura como factor importante, a ser considerado en cualquier aproximación a la inserción de las TIC en una sociedad, y las dificultades que presenta lo cultural a la hora de utilizar las TIC en nuestros procesos educativos y cómo, desde nuestro primer CAMEL Investigación Colaborativa en Ciencias Sociales, iniciado en septiembre del 2012, percibimos a estos como espacios donde lo cultural juega un papel muy importante. Incluso hemos dictado conferencias sobre el tema, como puede ser “Las culturas necesarias para intercambios académicos eficientes” (Simposio UC, 2015).
Si aceptamos la definición de cultura que nos brinda la Real Academia Española: Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. y exploramos esta idea desde un punto de vista intercultural, tendremos que concluir por necesidad en que todo equipo colaborativo interdisciplinario que pretenda investigar la complejidad existente en nuestra sociedad es intercultural. De acuerdo a wikipedia: La interculturalidad se puede definir como el proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas, donde no se permite que las ideas y acciones de una persona o grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento el diálogo, la concertación y, con ello, la integración y convivencia enriquecida entre culturas… Toda cultura es básicamente multicultural, es decir, se ha ido formando, y se sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. Evidentemente los intercambios culturales no tendrán todos las mismas características y efectos. Pero es a partir de estos contactos que se produce el mestizaje y la hibridación cultural… la interculturalidad describe una relación entre culturas.
En particular, si nuestra aproximación a la investigación es de la modalidad “investigación CON la gente”, donde el investigador profesional se convierte en colaborador o socio, que hace preguntas, ayuda con técnicas y métodos, y difunde información a otras comunidades, podemos visualizar con mayor facilidad las diferentes culturas que se presentan en el equipo de investigación, como se aprecia en la figura:
En este punto debemos admitir que es poco lo que se ha estudiado en nuestro medio sobre la micro-sociología del sistema “equipo de investigación”, esa parte de la sociología que estudia los diversos tipos de relaciones sociales que se producen entre los miembros de una colectividad, y las distintas formas de integración de estos al conjunto de la sociedad. Incluso, los estudios sobre las subculturas existentes en los investigadores académicos universitarios de diferentes disciplinas han sido poco estudiadas (ver Jones, 2011, por ejemplo).
No es de extrañar entonces que a la hora de reunir a esos investigadores académicos (de diferentes disciplinas), con miembros (mujeres, hombres, estudiantes, niños y ancianos) de consejos comunales con sus múltiples continuidades y rupturas, con individuos que se perciben como “políticos” con sus realidades, sus simbolismos e imaginarios, en un solo equipo de trabajo, las dificultades en el manejo de un grupo tan heterogéneo de culturas interactuando resulten si no el mayor al menos uno de los más grandes inconvenientes a ser superados en todo proceso que pretenda explorar la realidad social en un ambiente determinado.
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zulydelfiaco
marzo 7, 2019En efecto, como se plantea en el artículo existen dificultades para trabajar con otros y se vuelve más difícil con los grupos heterogéneos. Por ello, el investigador debe tomar conciencia de tal situación y pensar en cómo superarla; constituye una gran ayuda lo planteado hace mucho tiempo por Taylor y Bogdan (1984) en Introducción a los métodos cualitativos de investigación, quienes se pronuncian sobre la consideración de la antropología y la sociología como fundamentos de las investigaciones interpretativas, conocidas popularmente como cualitativas, en cuyo seno es posible vivir y superar el trabajar con otros. Por ello, los autores citados y también Rodríguez y Gil (1996) hacen énfasis en el acceso al campo, roles, rapport, entre otras cuestiones asociadas con la técnica de la observación participante, las cuales a mi juicio pueden resultar apropiadas, por extrapolación, para facilitar la integración e interacciones del grupo que se conforma para el trabajo colaborativo.
Liliana Saltos
marzo 9, 2019De acuerdo con usted compañera Zuly, a veces resulta complicado trabajar con otros cuando se tienen diferentes puntos de vista o criterios y quieren que se imponga lo que ellos piensan o creen. Es necesario que esos criterios sean compartidos y respetados y cada persona es libre de asumir o no esas posturas. Esto se da en muchos de los casos porque en las escuelas no se implementa bien la Educación Intercultural. esto tiene como consecuencia que se esté perdiendo los procesos de formación de los niños, niñas y jóvenes para que sean respetuosos y capaces de compartir aprendizajes que les ayuden a volverse útiles a la sociedad, respetando siempre los valores propios del hombre y la mujer. Es necesario fortalecer el reconocimiento a la diversidad cultural, el sentido de comunidad y la capacidad de generar alianzas interculturales de forma justa, equitativa y en equilibrio con la naturaleza y el medio ambiente.
Mauricio, padre de Ramses
marzo 13, 2019Lectura de intercables 2
La investigación colaborativa incluye la aceptación de todos los modos de vida, las costumbres, los conocimientos y el grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, determinada.
Todo equipo colaborativo interdisciplinario es intercultural al incluir diferentes modos de vida, pensar y costumbres, de los miembros de las diferentes comunidades que lo conforman. Resulta contrario a lo cultural, permitir el predominio de unas ideas sobre otras e imposibilitar el dialogo y los posibles aportes de las diferentes comunidades que conforman la sociedad. Sería la imposición de un grupo sobre la mayoría.
El investigador hace preguntas, ayuda con técnicas, métodos; difunde información a otras comunidades y necesariamente hace posible que la investigación crezca con el aporte de su cultura académica, con la cultura del ciudadano común y la de los miembros del consejo comunal, quienes aportan sus diferentes realidades, simbolismos e imaginarios. La fusión de estos tres factores es compleja y necesaria para el beneficio último de la comunidad. Tan valioso es el aporte del investigador académico; el del actor común del proyecto, como el del que detenta el poder político y cuenta con los recursos para hacer posible el mismo.
De modo que cada uno aporte sus mejores logros al objetivo común de la investigación y rindan los mejores resultados para la comunidad.