Hay que cambiar el modelo de la escuela

Sobre su experiencia en Muchachos de la Calle, los nuevos retos de la sociedad venezolana y aportes para producir y movilizar conocimientos nos comenta Deanna Albano.

Deanna Albano piensa que la creación de la Asociación Civil Muchachos de la Calle no fue escogida por ella sino que fue al revés. “Estaba trabajando en una línea aérea y conocí a un muchacho muy solo, sin familia y abandonado en la maternidad. Eso me impresionó mucho y lo fui acompañando en su crecimiento, en las casa-hogar del Consejo Venezolano del Niño, posteriormente llamado Instituto Nacional del Menor”.

Albano comenzó luego a estudiar psicología, y las inquietudes de esa experiencia inicial la llevó a conocer a otros muchachos que se escapaban de esas casas y se iban a mendigar por Sabana Grande, un boulevard muy concurrido en Caracas. “Con los estudios y la experiencia me llevó a fundar la asociación, luego de concluir que las instituciones no eran la más apropiadas. Hacer algo más nos llevó a la creación de Muchachos de la Calle, en 1989. En los años posteriores hubo buenas iniciativas como una casa hogar en la parroquia La Pastora, de Caracas, y varios módulos de ayuda a los muchachos en esa ciudad. Pero la empresa privada, nuestra principal fuente de financiamiento, comenzó a disminuir sus posibilidades y en consecuencia nuestras actividades también se fueron reduciendo”.

La casa en La Pastora dejó huella

Es fácil saber algunas causas, relacionadas con el gobierno venezolano, que contribuyeron a la incidencia de problemas con la infancia y a la reducción de la capacidad operativa de Muchachos de la Calle y otras organizaciones. Pero eso contribuyó a una interesante reflexión: El trabajo no puede ser exactamente igual a como lo hacíamos hace 30 años y necesitamos cambiar. Por eso ahora nos dedicamos a asesorar estudiantes, a personal de trabajo social. La gente que trabaja con niños en la calle siempre nos llama para consultar basados en la experiencia que acumulamos.

Aprender algo para que cambien

Trabajar con muchachos de la calle requiere de cierta disciplina y talento para comprender que ellos son distintos y se debe enfocar la actividad de rescate de dichos muchachos de una manera diferente. “Se cree que la infancia abandonada la integran niños que no tienen familia, pero en muchas ocasiones no es verdad. En una ocasión, trabajamos con unos morochos y con nuestro apoyo logramos que sacaron el sexto grado de primaria. Cuando lo lograron apareció la mamá y se los llevó. Con esto quiero decir que los maestros y padres no tienen la formación para tratar con este grupo especial. No hay que tenerles lástima, sino darles una orientación para ser útil.

Nuevos modelos de escuela

Albano se relaciona con la Fundación InterConectados a raíz de la inquietud común en torno al conocimiento, la producción y su movilización y siempre pensando en el empoderamiento ciudadano. En su perspectiva “uno de los problemas de porque hay niños en la calle es porque ellos o abandonan la escuela o la escuela los rechaza. Hace falta un modelo de escuela donde la enseñanza no se base en la repetición y en la disciplina. También existen otras formas que faciliten el aumento de la autoestima.

¿Cómo puede un profesional, un académico y un investigador contribuir al empoderamiento de la ciudadanía?

Lo conseguirá en la medida que ese profesional entienda que el otro, el de los sectores populares tiene un talento y una potencialidad. Eso de que “ese muchachito es malo y no sirve para nada y no quiere ir para la escuela. Uno de los problemas es que el niño lo retiran en el primer grado porque tiene otro ritmo. Debemos entender que hay que buscar alternativa a la repetición de conocimiento. El maestro y profesional debe acercarse al muchacho y si tiene que ir a encontrarlo sentándose en la acera, debe hacerlo y no pensar que lo debe atender en la oficina.

Estoy convencida que hay potencial en los sectores sociales populares. Los ejemplos más famosos en el mundo como Louis Armstrong y Edith Piaf, cantantes de gran renombre en el siglo pasado que tuvieron una infancia con asistencia social. Nosotros también tuvimos varios que surgieron a pesar de todas las dificultades y hasta han hecho vida en el exterior de Caracas, donde los ayudamos a formarse.

Nuevos retos sociales

Ahora hay un nuevo grupo poblacional venezolano que requiere atención. “Son los niños que se quedaron con los abuelos o amigos porque los padres se fueron buscando mejorar su economía en el exterior”. Es una población importante, algunas cifras hablan de ochocientos mil niños y es un problema complejo porque están creciendo desasistidos. Me interesa ese asunto.

Definitivamente, es un problema complejo que requiere de reuniones, discusiones, enfoques multidisciplinarios y muchos aportes.