Ilustración de es.ac-illust.com
Zuly Del Fiaco *
El discurso constante en la actualidad remite a la transformación de la educación formal, sobre todo a la educación universitaria, la cual está alejada de una realidad en constante cambio, marcando una creciente distancia entre universidad y sociedad con implicaciones en el papel que debería ejercer, la primera, en la formación de profesionales, el desarrollo de la ciencia, la distribución del conocimiento, la resolución de los problemas de la humanidad. En resumidas cuentas, considerar las misiones principales de la educación superior, de educar a las personas, producción del conocimiento y responsabilidad social (UNESCO, 2022), es una tarea pendiente para las universidades que pretendan alcanzar las tres misiones nombradas.
Para educar y/o formar a las personas, como profesionales, no es suficiente lo técnico-profesional sino también lo actitudinal, siendo necesaria una actualización de los perfiles profesionales, así como la consideración de los procesos de aprendizaje pertinentes en contextos cada vez mas abiertos, a sabiendas que el aprendizaje no se puede confinar a contextos cerrados. Es decir, es fundamental precisar, como mínimo un qué, un cómo y un dónde. Asimismo, la producción de conocimiento debe entretejerse desde la integración de diferentes perspectivas disciplinarias para evitar la especialización disciplinaria, además de que la responsabilidad social implica estar al día con los problemas surgidos en la sociedad.
Aunque las tres misiones están estrechamente vinculadas, por ahora se trata, la misión de educar y/o formar, tras su consideración como un eje articulador entre producir y compartir conocimiento y la atención de los problemas de la humanidad como responsabilidad social. Plantear el desarrollo de ciertas capacidades y competencias en un perfil idealizado, la adopción de modelos de enseñanza y aprendizaje y la puesta en práctica del proceso de aprendizaje, son acciones llevadas a cabo por quienes asumen las funciones de profesores en las universidades, quienes pueden estar presentes como administradores de la educación, en el diseño del perfil, otros en el diseño del currículo y otros inmersos, propiamente, en el proceso de aprendizaje como facilitadores de los cursos o asignaturas del plan de estudios.
En los distintos papeles que pueda ocupar el profesorado, estará presente su propia visión del mundo y su futuro, lo cual de alguna manera es el soporte de sus acciones, sea de manera consciente o inconsciente, pero lo ideal es que se haga consciente de su papel y asuma el compromiso de comenzar la reflexión sobre el mundo deseable, el ciudadano del futuro, la educación para que las personas aprendan a vivir en ese mundo, lo cual implica el comportamiento individual, familiar, laboral y social. Pero, esa conciencia tiene que despertar, algunos lo harán por iniciativa propia, otros requieren ser incentivados, de tal manera que se hace necesario que en la universidad se conformen equipos colaborativos orientados al estudio y análisis de sus realidades para detectar nudos problemáticos que limitan y debilitan a la universidad como formadora de profesionales, productora y movilizadora de conocimiento, además de gestora de solución de problemas en la sociedad.
Aunque los problemas asociados con la universidad son de distinta naturaleza y profundidad, pienso que es primordial sincerar los fines de la universidad, por lo menos en Venezuela, para luego modelar el cómo se logran alcanzar esos fines, lo cual es una gran tarea con distintos ángulos por cubrir y entre ellos, está el de la formación, capacitación y actualización del profesorado. La docencia universitaria en las distintas carreras es ejercida por profesionales de las mismas disciplinas, salvo las de carreras de Educación, es decir, una gran cantidad de profesores universitarios practican la docencia en función de las experiencias vividas como estudiantes, con escasos o ningún conocimiento sobre los soportes epistemológicos del conocimiento, concepciones de la educación, teorías del aprendizaje, entre otras disciplinas asociadas con las ciencias de la educación; aunque esas deficiencias no determina completamente el desempeño docente, pues se dan las excepciones.
Sin embargo, es necesario para el desempeño docente nutrirse del conocimiento de las ciencias de la educación, bien sea porque su disciplina de formación universitaria es distinta a la educativa o porque requiera actualizarse, en el caso de los formados en el área de la educación, específicamente. Posicionarse, como profesor universitario con las competencias de su disciplina y con las de educación, incrementa su conciencia sobre el por qué de la universidad, sus fines, los modelos educativos emergentes y por venir, las prácticas y las teorías, el papel del profesor mediador, en fin un conjunto de elementos dispuestos para el mejoramiento de los procesos educativos en la universidad en concordancia con los fines que persigue. La preparación en cuestión puede ser dinamizada desde la universidad, pero también desde la agrupación de los profesores, es decir, no siempre esperar que la universidad lo exija, sino que surja de las propias necesidades del profesorado, lo cual resultará más provechoso y útil porque no es impuesto, es voluntario, emerge del sentir natural de actualización y aprendizaje permanente.
Si más profesores nos incorporamos a procesos de capacitación y actualización permanente, podemos dejar huellas imborrables de nuestro quehacer y juntos podemos reinventarnos como profesores y por ende, abriríamos un camino para reinventar la universidad.
*Miembro de la Fundación Interconectados. Dra en Ciencias de la Educación, Magister Scientiarum en Educación Abierta y a Distancia, Licenciada en Educación. Mención Orientación Vocacional y Profesional. Profesora Titular jubilada de la Universidad Nacional Abierta.
Henry Vazquez
agosto 31, 2023Buenas noches, gracias Zully por este escrito lleno de una precisión importante para la formación de nuestros docentes universitarios, con especial atención a los docentes que provienen de las ciencias duras y requieren de esa formación en ciencias de la educación (algunas universidades lo desarrollan con una formación que llaman Componente Docente). Por otro lado, me atrevería a agregar que en esta formación o capacitación se implemente la formación de equipos colaborativos entre docentes de diferentes universidades, buscando con ello, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, actividad que bien pudiera derivar en una de las dimensiones de la Colaboración entre las universidades (habrá muchas otras) , para presentar como equipo colaborativo soluciones a las dificultades de sus entornos.
Zuly Del Fiaco
septiembre 1, 2023Saludos. Un poco la idea del artículo es priorizar entre los múltiples problemas de la universidad el papel del docente y su necesaria capacitación y actualización permanente, porque si más profesores toman conciencia de sus acciones y de la realidad cambiante, seguro se sumarían a investigar, a estudiar, a experimentar, a dejar la rutina, lo cual daría inicio a la reinvención de la universidad. No son suficientes los llamados cursos de componente docente con su carácter circunstancial y ocasional, los mismos deberían ser permanentes
Andrew Torres
septiembre 2, 2023Saludos! Muy de acuerdo que gran parte de la reinvencion de las universidades venezolanas arranca por nosotros los Profesores, los Gremios tienen mucho que modelar al respecto y ya sabemos la lucha incansable que se tiene con el gobierno por el Contrato profesoral tan insatisfactorio, debemos sobreponernos a tanta adversidad porque se trata del futuro de nuestro pais y la actividad que desarrollemos en los procesos de docencia, investigación y extensión en su carácter pertinente se verá en los resultados cono sociedad. AT
Zuly Del Fiaco
septiembre 7, 2023Andrew, es cierto que en la actualidad el profesorado está tratando de satisfacer necesidades basicas y ello constituye una traba para pensar sobre su papel en la universidad, pero eso forma parte de los problemas que debemos solucionar, no podemos quedarnos allí para siempre, hay que crear alternativas
Henry Vazquez
septiembre 2, 2023Totalmente de acuerdo, ciertamente se debe despertar e incentivar la actividad investigativa de los docentes como una de las prioridades
Luis Ordóñez
septiembre 1, 2023En su nota, la profesora Del Fiaco nos habla de la necesidad de cubrir diferentes aspectos en la preparación de los docentes universitarios, más allá de sus conocimientos profesionales específicos a fin de completar la formación, capacitación y actualización de ese profesorado.
Un aspecto importante de esta formación debería incluir el cómo entender los procesos de solución de problemas de la sociedad. Para ello resulta útil considerar el concepto de “tres tipos de conocimiento”, que facilita entender y ayudar a resolver problemas en entornos sociales, estructurar objetivos de proyectos, formular preguntas de investigación y desarrollar planes de acción. El concepto apareció por primera vez en la década de 1990 y fue comentado recientemente por Buser y Schneider (2021). https://i2insights.org/2021/02/11/three-types-of-knowledge/
El concepto abarca conocimiento acerca del sistema que se desea estudiar (de qué se trata), conocimiento acerca de las metas finales deseadas (a lo que se aspira), y conocimiento acerca de la transformación requerida para llegar de la situación encontrada a la situación deseada (cómo lo lograremos). Estos tres tipos de conocimiento están vinculados a su vez a tres elementos: hechos, valores y agentes de cambio que deben ser considerados en cada etapa.
A su vez los hechos tienen que ver principalmente con la ciencia (los procesos de investigación), los valores con la política (el conflicto entre las diferentes visiones y cómo escoger las alternativas mas deseables) y los agentes de cambio con la práctica y la experiencia (propia de la actividad profesional). No olvidemos que todos estos conceptos están interrelacionados, de allí la necesidad de adelantar procesos transdisciplinarios a la hora de intentar resolver problemas de la sociedad. Buen artículo, recomendamos su lectura.
Emilda Ceballos
septiembre 1, 2023Importante tema.
Pensar y debatir sobre la universidad en el tiempo histórico que nos ha correspondido vivir es de interés para los que estamos inmersos en el mundo universitario y también debería ser para la sociedad en general pues a mayor consenso de lo que nos propongamos como universidad, en estos tiempos, mayores posibilidades de alcanzar metas importantes para la sociedad general.
Importante el tema de la relevancia que tiene el profesorado en la vida universitaria, así como la necesidad de crear una cultura de formación permanente de los profesores en fundamentos epistemologicos de modo que los aportes en la generación de conocimiento sean pertinentes a las necesidades de la sociedad.
Así mismo, es de vital interés precisar los fines de la universidad de modo que sirvan de brújula para servir a propósitos evolucionados y evitar ser instrumento de ideologías de turno. Esto último, también nos pone en situación de identificar el tipo de relación entre sociedad y universidad.
Zuly Del Fiaco
septiembre 7, 2023Es así como dices, los profesores universitarios tenemos un compromiso con el futuro de la universidad y necesitamos dejar de estar enquistados en un problema único que aunque vital no tiene salida sino buscamos alternativas
Jose Mendoza
septiembre 7, 2023Gracias por este post
Me gustaría aportar desde mi experiencia personal una anécdota a modo ilustrativo
Un estimado profesor en pregrado me recomendó, al ver que seguiría con mis estudios de 4 y 5 nivel, que la maestría la hiciera en otra universidad distinta a la que hice el pregrado y el doctorado en una universidad extranjera. Porque así tendría una visión mas amplia del mundo de la academia, y no copada a la endogamia dentro de mi casa de estudios original (algo que él mismo criticaba de algunos profesores de dicha universidad)
Mi paso por las aulas (en Valencia) me permite creer que la gran mayoría de los profesores, al menos hasta antes de la pandemia, tenían lo que llamaban el «componente docente» o especialidad en educación cuando su titulo de pregrado no era educación, pero casi ninguno escapaba a esa «endogamia» de la que hablaba mi estimado profesor.
Las universidades en Venezuela, desde mi óptica, construyeron muros tan altos alrededor que quedaron aisladas, no solo de la sociedad, sino entre ellas mismas. Sus autoridades regentan islas desde las que ven con cierto desdén incluso a otras universidades o iniciativas de la sociedad civil, ONGs, etc. Sin mencionar que en el caso de las universidades autónomas se han apropiado de su patrimonio como «mercancía personal» y certifican cursos hasta para tomar vino…
Creo urgente lo que usted denomina «sincerar los fines de las universidades» y buscar el camino hacia las universidades que necesitamos y nos merecemos.
De nuevo, gracias.
Luis Ordóñez
septiembre 7, 2023De acuerdo, en esta nota nos referiamos al problema de estar preparados «para no interactuar»
https://bitacora.interconectados.org/preparados-para-no-interactuar/