Paúl Esqueda nos relata; basado en una experiencia en la docencia y la investigación desde el IVIC, el Instituto de Ingeniería, el IESA hasta la Penn State University, las posibilidades que académicos y profesionales venezolanos, residentes en el exterior, se vinculen con su país de formación y aporten a la solución de problemas. También considera las nuevas habilidades que deben desarrollar los ingenieros con las tecnologías actuales
El doctor Paúl Esqueda reside actualmente en Pensilvania, luego de retirarse como docente en la universidad de ese estado (Penn State University), en un recorrido que se inició hace seis décadas.
“Aspiraba salir como técnico en electrónica en la Escuela Técnica Industrial (ETI) de Los Chaguaramos”, señala recordando unas instituciones desaparecidas en el primer gobierno de Rafael Caldera (1969-1974).
¿Cómo llegó desde la urbanización Los Chaguaramos (o desde Los Magallanes de Catia) en Caracas hasta un instituto de educación superior en Pensilvania, Estados Unidos?
“A los de nuestra promoción nos evaluaron del IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas) para hacer unas pasantías de verano que tenían como fin reclutar técnicos electrónicos y tres quedamos becados como estudiantes asistentes.”
Luego de un año como becario y otro como técnico del Departamento de Electrónica del IVIC fue escogido para ir a estudiar a Inglaterra ingeniería electrónica, que entonces no se ofrecía en Venezuela como carrera hasta que nació la Universidad Simón Bolívar. “Regresé a Venezuela y me incorporé a trabajar con el Dr. Pierre Schmidt, que tenia doctorado de Penn State, quien luego me facilitó el camino para investigar allí, y el Dr. Roberto Callarotti, jefe del laboratorio y del centro de ingeniería del IVIC. Con ellos dos estuve en diversos proyectos de investigación en dispositivos electrónicos antes de ir por primera vez a Penn State.
Así me integré en junio de 1974 al departamento de Física de Penn State en un área que no me era cómoda, los semiconductores amorfos con una teoría de transporte de portadores de carga incipiente. Preferí irme a semiconductores y al departamento de ingeniería eléctrica, que me sirvió para publicar mi tesis de doctorado. Terminé en Penn State con varios trabajos publicados y volví al IVIC prácticamente con un contrato permanente como jefe del Laboratorio de Electrónica y del Centro Tecnológico”.
Instituto de Ingeniería
Era cuestión de tiempo para la creación del Instituto de Ingeniería, adscrito al Ministerio de Fomento de entonces, que estimulara la creación de proyectos con la industria, en un ejemplo de vinculación universidad y sector productivo, al mismo tiempo que se publicaban trabajos de investigación básica.
“Seis de los investigadores del IVIC, y personas de otras instituciones del estado estuvimos en la creación. Callarotti, Schmidt, Consuelo Sánchez, Miguel Octavio, Rafael Padilla y yo, recibiendo el apoyo del gobierno de Luis Herrera Campíns y operando dentro del IVIC. Éste nos presionaba para que retornáramos allí y con la quiebra del Banco Nacional de Descuento (BND) surgieron muchos inconvenientes porque allí estaba todo el dinero del Instituto de Ingeniería. Costó mucho esfuerzo recuperarlo en unos tres o cuatro años. Paralelamente la Universidad Simón Bolívar nos ofreció un terreno donde construimos nuestro primer edificio. Luego, con el apoyo del Banco Mundial, se construyó la sede mas amplia que aún se mantiene.
Los obstáculos financieros, la lucha burocrática por recursos y los intentos de golpes de estado en 1992, hicieron mella en la salud de Esqueda con la aparición de una arritmia. “En 10 años como presidente del Instituto de Ingeniería reporté a 10 ministros de fomento diferentes, lo cual hacía muy cuesta arriba ejecutar cualquier agenda de crecimiento a largo plazo. Cuando el IESA (Instituto de Estudios Superiores de Administración) me hizo una oferta de trabajo para tener a cargo 10 profesores, aproveché para salirme del entorno y para cambiar. Ascendí a Director Académico de ese instituto.
Y cesaron las arritmias.
“Pero en términos de formación gerencial y de administración el Instituto de Ingeniería fue una excelente escuela. Gestionar mercadeo, promoción, proyectos, búsqueda de financiamiento… Fue una oportunidad de crecimiento increíble en lo personal”.
Del IESA al Penn State
Varios años estuvo en el IESA hasta que asuntos políticos animaron a Esqueda a tomar otros rumbos, de nuevo a la Penn State University, donde estuvo por 17 años. “Fui Jefe de Ingeniería, Administración y Computación y Decano Asociado Senior de Asuntos Académicos. Ocupé varios cargos académicos, el último de ellos. Finalmente me retiré como profesor emérito.
Los nuevos ingenieros
La investigación y la docencia todas estas décadas le permiten dar conclusiones sobre las nuevas herramientas que requieren los ingenieros. “Todo ha cambiado dramáticamente y el mismo medio de comunicación es un reflejo de esto. Los ingenieros actuales deben familiarizarse con conocimientos de impresión en tres dimensiones (3-D Printing), Análisis de Datos, computación a través de la nube e inteligencia artificial.
Más que un ’empleo’, los ingenieros ahora se manejan con gerencia o gestión de proyectos. Van pasando de un proyecto a otros en distintas etapas. Como ejemplo de esto vemos como la industria manufacturera puede fabricar diversas piezas capa por capa, y con la capacidad de información se puede evaluar cualquier detalle mínimo de la fabricación para optimizar y controlar más la calidad de los procesos.
“Lo que no va a cambiar” enfatizó, “son los fundamentos. Los ingenieros eléctricos se las verán con las ecuaciones de Maxwell, los mecánicos con las de termodinámica y los químicos con sus respectivas de esa área. Sí cambia como se procesa la data y su cantidad”.
Educación on line
Esqueda recuerda experimentar con la educación a distancia desde hace tiempo. “En 2006 ya entrenábamos a los profesores para que pudieran dar clases en línea para los días en que la nieve impidiera la movilización en la ciudad. Esto dio lugar a competencia entre las universidades en la oferta de cursos, particularmente al respecto en educación para adultos en programas acelerados. La pandemia precipitó todo esto y afortunadamente Penn State en general estaba muy bien preparada para este reto actual. Penn State tenía varios años ofreciendo cursos a distancia con el World Campus.
¿Cómo se vinculó a InterConectados?
Los ideales de la Fundación InterConectados, de movilizar conocimientos para el conocimiento ciudadano, coinciden con algunos valores de Esqueda.
“Me interesé en vincularme a InterConectados por la afinidad que tenemos y la importancia de que el conocimiento de los venezolanos radicados fuera de su país de origen y formación sea de beneficio para la sociedad venezolana. Todos los venezolanos que conozco en Estados Unidos y de otras partes del mundo están interesados en vincularse con Venezuela y colaborar a crear soluciones. Lo malo es que la mayoría se están jubilando y salen de los diversos institutos. Pero también hay muchos jóvenes, el talento está allí para donde uno mire y se puede canalizar.
Retos de los profesionales, académicos e instituciones
– Hay algo que ocurre en las instituciones de educación superior de Estados Unidos, precisó. – La universidad trata de mantener su vínculo con los egresados particularmente aquellos que tienen mucho éxito profesional. En Venezuela más recientemente la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela han hecho acciones al respecto, más por la crisis general. De allí la importancia de la Fundación InterConectados al respecto.
Henry Vazquez
agosto 23, 2021Interesante y por demás importante información para las facultades de ingeniería en nuestro país