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El docente como líder de proyectos – Pedro Charlita

PAPEL DE LOS PROFESORES LÍDERES DE PROYECTOS EN LA MOVILIZACIÓN DE CONOCIMIENTOS ENTRE LA UNIVERSIDAD Y  LA COMUNIDAD.  (El caso latinoamericano) Resumen Ejecutivo

 La movilización de conocimientos en América Latina es un proceso complejo fundamentalmente por razones de tipo cultural y político. Francisco Sagasti atribuye el hecho a las i’s: Indiferencia de los políticos que consideran que la tecnología no es asunto de ellos; Ignorancia de quienes interesa el tema  pero desconocen lo relativo a actividades científicas y tecnológicas y por lo tanto se frustran e Incompetencia por parte de aquellos que si bien es cierto son bien intencionados y conocedores, no saben cómo implementar soluciones tecnológicamente viables en sus ámbitos de acción. (Sagasti 2009). Además habría que subrayar lo señalado por  Luis Ordóñez como elementos restrictivos en el entorno académico: la carencia de  habilidades en buena parte de los universitarios para manejar eficientemente las múltiples posibilidades que la tecnología ofrece, la baja cultura colaborativa que limita la interacción virtual y el limitado conocimiento que en la universidad se maneja en torno a los problemas con los cuales lidia cotidianamente la sociedad. (Ordóñez 2014)En América Latina la Universidad lleva a cabo actividades de docencia, investigación y extensión, ubicando en esta última categoría lo relativo al compromiso derivado de su relación con el ambiente donde lleva a cabo las dos primeras. Sin embargo, tal como lo reseña Luis Bacigalupo, en la actualidad algunas universidades consideran necesario replantear la noción de EXTENSIÓN UNIVERSITARIA a la luz de las nuevas realidades, enfocando dicho compromiso en la gestión ética de los procesos institucionales y en menor medida como un conjunto de actividades independientes y paralelas. Este nuevo enfoque se conoce como Responsabilidad Social Universitaria. Aunque nuestro trabajo se centra en el quehacer de las universidades públicas, resulta muy interesante el aporte que la  Pontificia Universidad Católica del Perú hace al tema al declarar:

“Así, la RSU procura alinear los cuatro procesos universitarios básicos de Formación, Investigación, Gestión y Extensión con las demandas científicas, profesionales y educativas que requiere un desarrollo local y global más justo y sostenible. Finalmente, en el vínculo con la sociedad, creemos que la RSU permite un aprendizaje, al ejecutar y evaluar proyectos innovadores, al entablar investigaciones aplicadas y al involucrar a docentes y estudiantes en la solución de problemas reales”. (Bacigalupo 2008)  

Igualmente el Dr. Ángel Lombardi, ex-Rector de la Universidad del Zulia y actual Rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta declara: “Debemos partir situando el concepto de nuestro mundo. Vivimos en un mundo en transformación y una sociedad en permanente necesidad de transformarse, no solamente en la vía del desarrollo técnico-científico, sino también por la necesidad de ir asumiendo y resolviendo las diversas tareas que ella pueda exigir, como por ejemplo el problema social. En ese contexto de transformación, la Universidad y, en general la educación superior, tiene que aportar respuestas. Éstas no pueden estar dirigidas exclusivamente al ámbito propio de la Universidad, restringiéndolo a la formación de los recursos humanos a nivel de educación superior, sino que, además, debe desarrollar y permitir la investigación necesaria para manejar las soluciones de los muchos problemas que aquejan a la sociedad; porque ésta espera de sus Universidades las respuestas a dichos problemas” (Lombardi 2009). Las dos opiniones anteriores coinciden en que la universidad latinoamericana debe dar un vigoroso viraje hacia la sociedad y estar atenta a sus demandas, no solamente aquellas de naturaleza científica y tecnológica sino también a necesidades de otro orden, cuya satisfacción exige la generación de respuestas apropiadas para el bienestar colectivo.

La Universidad posee mucho conocimiento real y potencial que puede ser aprovechado de distintas formas por variados sectores de la sociedad e igualmente la Universidad puede beneficiarse de la información que por vía del estudio de los fenómenos sociales el colectivo es capaz de ofrecer. Uno de ellos es el emprendimiento. Este término se aplica a la actitud que muestran algunas personas para iniciar una empresa, introducir innovaciones o agregar valor a productos o servicios ya existentes. Tal actitud debe ser reforzada a quienes ya la poseen e inducida a aquellos que todavía no conocen sus beneficios  mediante lo que se conoce como Cultura del Emprendimiento, descrita como una manera de pensar y actuar, orientada hacia la creación de riqueza, a través del aprovechamiento de oportunidades, del desarrollo de una visión global y de un liderazgo equilibrado, de la gestión de un riesgo calculado, cuyo resultado es la creación de valor que beneficia a los emprendedores, la empresa, la economía y la sociedad”. (Gerencie.com 2010).  El emprendimiento es una opción válida frente a un empleo que escasea o es precario, hecho con marcada presencia en América Latina y que suele afectar  incluso a muchos profesionales universitarios. Los gobiernos progresistas tienden a sustituir las políticas asistenciales por el fomento al emprendimiento y el apoyo a los emprendedores a través de capacitación y ayuda financiera. La Universidad tiene mucho que aportar en el tema de la formación para el emprendimiento, con actividades formativas tendentes al desarrollo de competencias básicas, computacionales, colaborativas, laborales, ciudadanas y empresariales dentro del sistema educativo formal y no formal y su articulación con el sector productivo. Lo anterior supone que la Universidad puede colaborar imprimiendo un necesario toque de racionalidad al comportamiento del emprendedor shumpeteriano, impulsivo y soñador, que se acerca a la figura de un  caballero medieval cuyo proceder se inscribe más dentro de una forma específica de liderazgo, antes que a la conducta sensata y discreta de un gerente moderno, a pesar de la contradicción que significa la innegable contribución de los primeros al desarrollo del capitalismo.

La complejidad derivada de los retos que enfrenta el sistema universitario en la actualidad,  plantea múltiples exigencias a la comunidad universitaria,  en especial a los profesores en el rol de autoridades y docentes. Al tema del liderazgo de estos últimos dedicaremos nuestra atención y comenzaremos por apuntar el poco interés que se ha prestado al liderazgo del profesor en los procesos educativos, sin caer en la cuenta de sus múltiples roles de líder especialmente en la formación de los alumnos como profesionales y ciudadanos, en la interacción cotidiana con   sus colegas y ante personas con intereses diversos con los cuales se relaciona para incentivarlos en el logro de metas mutuamente provechosas. Si asociamos el término liderazgo a la capacidad de ciertas personas para influir en la conducta de otras, debemos entender que los objetivos perseguidos deben ser éticamente legítimos y provechosos para el grupo y sus integrantes y en ello el docente tiene una gran responsabilidad y compromiso, lo cual debe traducirse en su formación permanente, el desarrollo de nuevas habilidades transferibles a alumnos y colegas, actitudes innovadoras y proactivas y altamente colaborativo. En suma debe ser un modelo inspirador como profesional, persona y ciudadano. Dorys Sabando Rojas expresa: El rol del docente universitario no es único, sino múltiple y cambia en la medida en la cual cambia la perspectiva o el enfoque que orienta el proceso académico. Específicamente el rol del docente universitario desde una perspectiva transformacional implica la responsabilidad de explorar y propiciar todas las posibilidades comunicativas del grupo, siendo un líder intelectual, con visión crítica, habilidades y conocimientos necesarios para crear y facilitar espacios para la participación y el cambio, en el contexto de la acción comunicativa. Ante estas ideas concluyentes el entorno social inmediato a la universidad, debe promover la interacción y participación, siendo el docente líder comunal en la solución de problemas. Debe ser un docente mediador interpersonal, que facilite el diálogo y la construcción conjunta de alternativas válidas”. (Sabando Rojas 2011)

Si bien es cierto que la participación en proyectos comunitarios pudiera representar beneficios para los profesores líderes y otros participantes en los mismos, tales como mejoras en ingresos, desarrollo de laboratorios vivenciales para la práctica docente, financiamiento de algunas actividades universitarias, mejoras en la imagen de los profesores y otras ventajas derivadas del intercambio, hay un estudio realizado en Colombia donde se presenta evidencia empírica acerca de las motivaciones que tienen los investigadores académicos en Colombia, así como también, la disponibilidad de los mismos para generar y transferir conocimiento al sector productivo en el marco de la relación universidad – empresa que concluye: “el sistema de incentivos para la generación y transferencia de conocimiento desarrollado por las universidades de Colombia tiene un efecto marginal en dicha actividad. Esto puede deberse en gran medida a que la mayoría de los investigadores universitarios no se encuentran a gusto con dicho esquema. (..)  También se ha querido demostrar que se hace necesario que las universidades diseñen mecanismos de recompensa (tanto de asignación de tiempo como económicos) que estimulen el involucramiento de sus profesores en las actividades de consultorías y comercialización de tecnologías. Es importante que las directivas universitarias asignen las funciones de docencia, investigación y extensión, de una manera equitativa con el fin de no generar malestar entre los profesores que se involucran en los procesos de transferencia tecnológica universidad – industria y los que deciden no involucrarse” (Viana Barceló, Navarro España y Pinto Prieto- 2012).

La complejidad de los roles que toca desempeñar al docente como líder en un proyecto, cualquiera que este sea, le obliga a disponer de variadas competencias señaladas por Hellriegel, Jackson y Slocum (2002), citados por Alfredo Ortega en su obra Lineamientos Estratégicos de Formación Gerencial basados en las Competencias. Para los autores “las competencias gerenciales son el resultado de combinar conocimiento, destreza, comportamiento y actitudes que necesita un  gerente para ser eficaz en un amplio conjunto de labores requeridas…..”  Específicamente los docentes que aspiren a cargos de elección requieren acreditar competencias en Planificación y Administración, Manejo Personal, Trabajo en equipo, Comunicaciones y Acción Estratégica. Numerosos ejemplos extraídos de  la investigación que dio lugar a la obra citada, evidencian la carencia de algunas de esas dimensiones competencias en muchos de quienes debieran poseerlas, incluyendo a docentes que tienen a su cargo la formación de los estudiantes que van a trabajar con  la comunidad. (Ortega 2008)

Este Resumen Ejecutivo más que el extracto de un documento mayor es una invitación a estudiar en profundidad aspectos asociados a la movilización de conocimientos universidad – sociedad, en particular al rol del docente como líder de proyectos de emprendimiento con las debidas consideraciones a los factores positivos a fortalecer y los negativos por neutralizar, para de esa manera alcanzar los resultados esperados de cara a los nuevos desafíos que enfrenta la universidad latinoamericana en el siglo XXI.

Referencias bibliográficas:

 1. Bacigalupo, Luis -La responsabilidad social universitaria: impactos institucionales e  impactos sociales- Educación Superior y Sociedad, Año 13 Nº 2 Septiembre 2008

2.    Gerencie.com   Blog colombiano dedicado a la publicación de información contable, tributaria, legal y temas complementarios. 2010.

3.    Lombardi Ángel– El rumbo de las universidades de Venezuela en el Siglo XXILa transformación universitaria contemporánea. Frónesis – Revista de Filosofía Jurídica, Social y Política. LUZ Vol. 16 Nº1 2009.

4.    Ordoñez, Luis. Un CAMEL son tres cursos en uno. Fundación Interconectados.  Enero 2014 https://bitacora.interconectados.org/

5. Ortega Alfredo– Lineamientos Estratégicos de Formación Gerencial basados en las Competencias desarrolladas por los gerentes universitarios a través de experiencias de gestión administrativa. Caso: Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Tesis Doctoral 2008.

6.      Sabando Rojas Dorys – EL LIDERAZGO DEL PROFESOR UNIVERSITARIO COMO RESPUESTA A LOS CAMBIOS DEL SIGLO XXI – mujernaciente marzo 2011

7.    Sagasti, Francisco. Indiferencia, Ignorancia e Incompetencia Video – Youtube  https://www.youtube.com/watch?v=bwYkqUe-rY  Agosto 2009

8. Viana Barceló, Navarro España y Pinto Prieto – Motivaciones de los investigadores académicos en Colombia, para generar y transferir conocimiento al sector productivo usando análisis de correlación canónica- Universidad Industrial de Santander – Agosto 2012

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