Luego de finalizar este CAMEL 2, “Herramientas para la colaboración”, debo expresar que el aprendizaje ha sido muy significativo. El APA del CAMEL ilustra de manera muy explícita la forma de aprender para intercambiar y colaborar, así como para la organización y búsqueda de información. Herramientas de uso cotidiano, no solamente por parte de los docentes o estudiantes, sino de los ciudadanos en general, se tornaron más eficientes al darles una utilidad con una visión de conjunto. Esta manera de utilizar los entornos virtuales para la discusión y propuestas de solución a problemas comunes, propicia una manera de trabajar a distancia y en modo asíncrono o síncrono, lo cual contribuye a que los participantes de un determinado proyecto puedan movilizar los conocimientos sin dejar de lado sus actividades cotidianas, claro está, requiere de un alto compromiso de cada uno, para dar cumplimiento a las tareas asignadas. Pudimos lograr un trabajo colaborativo, basado en el respeto, la comunicación, participación y sobre todo el consenso por parte del grupo en la propuesta final.
Cuando se trabaja y participa activamente generando ideas y posibles soluciones a situaciones adversas se genera un empoderamiento que se traduce en mayor efectividad, siempre y cuando se establezcan parámetros y espacios adecuados para la comunicación de las ideas y propuestas que puedan surgir de una comunidad.
De esta manera, el trabajo colaborativo se podría ver como una forma de innovación social que involucra diferentes actores (ciudadanos, entes gubernamentales, centro educativos, centros de salud, entre otros) permitiéndoles ampliar sus capacidades al lograr un liderazgo participativo y realizando la construcción del capital social a partir del reconocimiento de las realidades propias de una comunidad y su entorno, a la vez que los invita a intervenir de manera conjunta en la toma de decisiones que promuevan iniciativas que faciliten resolver problemáticas locales.
El desarrollo de las capacidades para colaborar debe estar enmarcado en las costumbres, formas y percepciones de vida de la comunidad, por tal razón, debe estar enfocado en los valores sociales, como el bienestar, la calidad de vida, la inclusión social, solidaridad, cooperación, protección del medioambiente, atención sanitaria, eficiencia en la prestación de servicios públicos y elevación del nivel educativo. Solo mejorando las condiciones de vida de los integrantes de una comunidad se puede transformar la sociedad, se empodera a la comunidad y, definitivamente, el trabajo colaborativo juega un rol muy importante.
Agradecida de paritcipar
Angela Daboin
La Universidad Latinoamericana en Transformación: Desafíos y Perspectivas de la Formación Continua
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Y nos vamos de Ciencia Ciudadana (Carta a Humberto Ruiz sobre la Ciencia Ciudadana en la universidad venezolana del futuro)