En la primera clase del Curso Abierto Masivo En Línea (CAMEL) sobre Participación y Democracia “estructuramos el problema”. Es decir, comenzamos a indagar sobre cómo ha sido organizado el estudio de la participación en el pasado y hasta nuestros días.
Para ello acudimos a la teoría generada para el análisis de políticas públicas, de acuerdo a William N. Dunn, que nos dice que debemos pasar de la sensación de problemas a los problemas de política, mediante su estructuración, que en cierta forma se refiere a descomponer lo que se desea estudiar en sus parte mas importantes.
Una primera aproximación que hicimos apuntó a la diferencia entre estudiar al individuo que participa, de las organizaciones donde participa. De lo anterior que muchos factores para el análisis pueden ser agrupados en categorías referidas a lo individual, y otros a características de las organizaciones generadas para participar, como pudiesen ser las asociaciones de vecinos o los partidos políticos.
Al profundizar más en estas variables a considerar nos detuvimos en la cultura de cada nación o zona geográfica en el mundo, de acuerdo a los estudios de los World Values Survey, lo cual nos sugiere la necesidad de generar modelos para poder entrar en la complejidad del tema. Mostramos en la clase virtual un modelo derivado del original de Elinor Ostrom para analizar sistemas ecológicos y que se refiere a tres capas o nidos de niveles de problemas. En el primer nivel estarían los elementos sociales, económicos y políticos (donde incluimos los aspectos culturales); en un segundo nivel se encontrarían los sistemas de gobierno, las socializaciones que se dan en el seno de cada sociedad con su cultura característica y sus modelos educativos, los recursos a disposición de individuos y organizaciones y los resultados que se obtienen de la participación. En el nivel más profundo de análisis estarían los propios individuos y las organizaciones donde se participa.
Al concluir que con el análisis de estos diferentes elementos en forma integrada es posible intentar la construcción de futuros deseables, mediante estudios de tendencias y la construcción de escenarios, se hizo hincapié en que un CAMEL supone que cada participante profundize por su cuenta en los aspectos que más le interesan, y colabora mediante interacciones permanentes con los demás participantes a fin de generar una red de estudios que llevarán eventualmente a cada participante a generar su propio Ambiente Personal de Aprendizaje, uno de los objetivos del curso.
Para este CAMEL se ha previsto la posibilidad de participar en esta misma plataforma de Interconectados, en las plataformas relacionadas, ciudadanía estudiantil y conectividad latinoamericana, o cualquier otra que permita la vinculación a objeto de formar las redes deseadas.
Están todos invitados a incorporarse al curso, esta primera clase la pueden ver y escuchar por el enlace directo a la clase en WiZiQ, ya está lista y esperándolos.
Antonieta
febrero 3, 2012Muy interesante la clase. Encuentro que nosotros, como venezolanos, tenemos una historia de escasa participación ciudadana, en general. Ciertamente, durante estos últimos años, pareciera que estuviésemos generando mayor apertura a participar e intervenir como ciudadanos.
Sin embargo, me pregunto: en los elementos sociales, económicos, políticos y culturales de participación ¿qué papel juega el control ciudadano y cómo podría ponerse en práctica?… ¿y qué hacer para superar el embudo ideológico al que sometemos algunos elementos de participación?
María Eugenia
febrero 24, 2012Siguiendo los comentarios de Antonieta sobre la falta de «cultura» participativa del venezolano y los intentos que al respecto se vienen haciendo, sugiero revisar el artículo «La participación ciudadana y el individuo» de la profesora Nelly Landáez Arcaya del Centro de Estudios Políticos y Administrativos (CEPA), Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Carabobo
http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/cuestloc6/art6.pdf