La sencillez del modelo tradicional que, partiendo de la generación de conocimientos (fundamentalmente vía la investigación científica), su difusión a los posibles usuarios (vía educación principalmente) y su utilización práctica por medio de los desarrollos tecnológicos, pretendía resolver los diferentes problemas existentes en las realidades contemporáneas, marcó por mucho tiempo las aproximaciones que aspiraban a poner la ciencia y la tecnología al servicio de la sociedad. Pero el mismo modelo es permanentemente puesto a prueba, por falta de resultados concretos en áreas críticas para ese anhelado desarrollo.
Una de las mas recientes versiones de ese modelo lo ha sido la iniciativa de Evidence Based Policy (EBP, o Política Públicas basadas en evidencias PPBE) surgida en la Gran Bretaña, que básicamente pretende hacer conocer a los decisores los resultados de sus políticas y como pudiesen mejorarlas para luchar contra aspectos negativos existentes en nuestros entornos sociales, tales como pudiesen ser la pobreza o la distribución de servicios de justicia a los sectores más desamparados.
Sin embargo la realidad es demasiado compleja, por lo que muy frecuentemente nos encontramos cometiendo “errores del tercer tipo”, resolver bien el problema que no es. Esto pareciese ser el caso de las EBP como evidencia un reciente estudio generado en Sur África por Andries du Toit donde pone en evidencia una serie de objeciones y problemas encontrados en ese modelo, que ya habían sido avizorados previamente en América Latina, como consta en el libro Vínculos entre Conocimiento y Política, editado por Norma Correa Aste y Enrique Mendizabal.
La solución para analizar problemas complejos está al alcance de la mano, nos recuerdan a cada momento autores como William N. Dunn en su ya clásico texto de Análisis de Políticas Públicas, y pasa, entre otros factores, por generar la capacidad de conformar equipos altamente colaborativos de investigación, para los que las tecnologías de información y comunicación son indispensables; al tiempo que no se debe incurrir en sobre simplificación de las aproximaciones, como resulta de dejar de incluir variables como las culturales, que afectarán desde la capacidad para participar y colaborar, hasta la interpretación de las informaciones disponibles o que se pretendan generar en un ambiente específico. Es por ello que asignamos máxima prioridad, en la búsqueda de integrar la ciencia a los procesos de toma de decisión de políticas públicas en nuestras sociedades, a la conceptualización de las barreras que nos impiden colaborar eficientemente, a fin de poder intentar vencerlas. Parte de esto lo venimos desarrollando desde nuestro CAMEL Investigaciones Colaborativas en Ciencias Sociales, cuyas presentaciones y ejercicios, a ser realizados por los cursantes regulares, están a la orden del público interesado.
XII Foro Invertido de Interconectados. Sesión 2. Ciencia Social Ciudadana y Educación: una alianza positiva. Ponencia 3: Ciencia Ciudadana en acción: Guiando equipos y procesos de investigación. Zuly Del Fiaco
XII Foro Invertido de InterConectados. Sesión 1. Interconectados y la Ciencia Ciudadana en Venezuela. Ponencia 3: La Inteligencia Artificial como Impulsora de Proyectos de Ciencia Ciudadana. Nelson Morales
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