Guillermo Yáber Oltra (1)
La universidad en Venezuela, como en otros países, está afectada hoy día tanto por la influencia de la cuarta revolución industrial, como por el reto del desarrollo sostenible.
La cuarta revolución industrial (4RI) está entre nosotros, propiciando cambios importantes en la manera que llevamos adelante los procesos productivos, y la gestión del conocimiento que implica la generación, difusión y divulgación de éste. Los objetivos del Desarrollo sostenible propuestos por la ONU, para el 2030 demandan que las instituciones importantes de la sociedad como los distintos tipos de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, el sector privado y la educación superior entre otros, cooperen por el desarrollo sustentable de las sociedades en las que están inmersas.
La universidad en Venezuela ha seguido un modelo Napoleónico donde se privilegia la formación de profesionales que le permita a la nación lograr sus fines. Algunas universidades, particularmente algunas autónomas, también han cultivado la investigación siguiendo el ejemplo de la universidad alemana de Humboldt, mientras que en otras, también han explorado el modelo norteamericano de la universidad de extensión donde a la universidad se le ubica en un espacio geográfico para que desarrolle su entorno. La respuesta hoy en día, sin embargo, parece estar en un modelo de red donde en el Centro se encuentre el desarrollo sustentable. En Venezuela se intenta responder a estos retos para la educación superior, por medio de una oferta muy diversificada en la que instituciones y programas incluyen alcances muy diferenciados. Universidades especializadas (de la Seguridad, del Arte o de las Fuerzas Armadas), universidades de alcance regional y programas nacionales de formación para licenciatura y técnico superior cuya duración, es al menos un año menor que los programas que han operado por años.
La universidad en Venezuela de los últimos 20 años ha privilegiado la inclusión como parámetro para el ingreso y permanencia en la educación superior, sin mayor consideración a la calidad. Una política que ofrezca lineamientos nacionales para la gestión del conocimiento en donde se masifique el uso educativo y productivo del internet, y se actualice el rol de las instituciones de educación superior en un ambiente cooperativo que participa activamente en el desarrollo sostenible, parece ser una de las opciones para llegar a un horizonte deseado en Venezuela.
Palabras clave: 4RI, educación superior, perspectivas, Venezuela
(1) Profesor Investigador. Ph.D. Análisis Conductual Aplicado WMU-USA. Magíster en Dirección Universitaria, UNIANDES-Colombia. Magister en Psicología, USB-Venezuela. Licenciado en Psicología, UCAB-Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello
Paul Esqueda
noviembre 14, 2023Muy buena reflexión que combina las nociones de desarrollo sostenible, cuarta revolución industrial y operación en red. Ciertamente así será la universidad del futuro que tendrá que acompañar los cambios tecnológicos (inclusive anticiparlos), usando eficazmente las redes de sedes físicas y sedes virtuales con una filosofía de desarrollo sostenible.
Maria Angelina Rodriguez
noviembre 14, 2023Interesante trabajo. La visión de la Universidad en red colocando en el centro un tema crucial como el desarrollo sostenible, es una manera de ver a estas instituciones en un futuro inmediato, comprometidas con la formación y la investigación, combinando los medios físicos y digitales. Gracias. Saludos.
Jose Alvarez-Cornett
noviembre 14, 2023“Una política que ofrezca lineamientos nacionales para la gestión del conocimiento en donde se masifique el uso educativo y productivo del internet, y se actualice el rol de las instituciones de educación superior en un ambiente cooperativo que participa activamente en el desarrollo sostenible, parece ser una de las opciones para llegar a un horizonte deseado en Venezuela”.
MUY CIERTO, pero sin un acceso a internet de calidad (buen ancho de banda para videos etc,, velocidad y conexión ininterrupida), lo cual presupone que existe servicio de energía eléctrica (sino que hablen los merideños o los maracuchos), no hay política que sirva, ni universidad sostenible.
¡LUZ e INTERNET para todos! ¡Y buenos sueldos para los profesores!