Superación de la maldición de Babel en el mundo académico venezolano: clave para su futuro
Luis A. Ordóñez Vela*
El dios de Noé (Yahweh), al observar la edificación y la rebeldía, decide que los habitantes hablarán diferentes lenguas y así abandonarán la construcción y se esparcirán por toda la Tierra1. Surge así la maldición de Babel, que aún se refleja en el discurso político y en los mecanismos utilizados para dividir la sociedad. Algo similar pudiera estar ocurriendo en el sistema de educación superior venezolano, un universo de cinco (5) universidades autónomas, veintiún (21) universidades públicas experimentales, veinte (20) universidades públicas territoriales y cincuenta (50) universidades e institutos universitarios de tecnología privados2,3. De no producirse buena comunicación intra e inter institucional, basada en información adecuada y suficiente, pudiéramos muy pronto estar presenciando conflictos entre sus integrantes por causa de los “clivajes” producidos por los diferentes discursos de sus integrantes. Pero antes algunas definiciones:
A.- El discurso político es aquel que se produce en el ámbito de las luchas de poder, es decir, dentro de la política4. Por otra parte, el discurso académico es la comunicación cotidiana entre docentes y estudiantes en los ámbitos universitarios y las situaciones ritualizadas en las cuales se desenvuelven5.
B.- Clivaje (escisión o fisura), en ciencia política y sociología, es un concepto utilizado para el análisis de las tendencias de voto; se refiere a la división de los votantes en diferentes bloques separados por «escisiones» o «clivajes» (del inglés cleavage6). Para Lipset y Rokkan7 existen cuatro clivajes básicos; el Clivaje Centro-Periferia o clivaje identitario, el religioso, el clivaje Propietario-Trabajador y el campo-ciudad. Una variante de esta imagen es la reportada por Alejandro Moreno8 al hablarnos de la hendidura o hiato presente en la sociedad venezolana: “Hay hiato entre mundo-de-vida popular y mundo-de-vida de quienes rigen su sociedad. Hay diferencias económicas, de educación, de formas de vida y de mundo-de vida… La radical escisión entre el mundo-de-vida popular venezolano y el idealizado y deseado por las élites puede explicar la profunda incomprensión, desconfianza y desprecio que se han dado del uno al otro a lo largo de nuestra historia.
La presencia de «clivajes» puede afectar negativamente a la democracia y la participación ciudadana al fomentar la polarización y la división en la sociedad, Algo que debe evitar la universidad venezolana del futuro es el contribuir a la generación de clivajes o profundizar la hendidura en nuestra sociedad. Sin embargo, la educación, la forma como se accede a ella, y lo que se transmite en ella (conocimiento, valores, etc.) puede conformar clivajes. Una posible fuente de clivajes, en lo educativo podría ser la polarización entre la educación pública y la privada. Si esta polarización se acentúa, puede llevar a la creación de grupos de ciudadanos con diferentes intereses y perspectivas, lo que dificulta la formación de consensos y la toma de decisiones colectivas.
Igualmente, entre las mismas universidades, en algunos casos las universidades autónomas han recibido en el pasado mayores recursos para la formación de su personal, que las no autónomas, lo que puede generar desigualdades en prestigio y en la calidad de la formación brindada. Otro ejemplo, la misma carrera, ofrecida en una universidad pública y en un Instituto universitario privado, puede llevar a diferentes títulos y por ende diferentes oportunidades laborales. La misma dedicación y remuneración con diferentes requerimientos académicos en la formación de los docentes, o la entrada a oportunidades de postgrado en base a notas y no en base a pruebas competitivas de conocimientos, son otras formas de generar clivajes y con ello cumplir con la maldición de Babel.
Debe ser tarea del sistema universitario que coordine la nueva universidad venezolana el asegurarse que exista la suficiente información y comunicación entre todas sus partes como para garantizar que las diferencias se manejen dentro del discurso académico, y no como parte del discurso político de los interesados de turno. Pensemos siempre en el sistema de educación superior, en lugar de una cualquiera de sus partes, al buscar incrementar la ciudadanía y la democracia con el apoyo de la nueva universidad venezolana.
*Presidente Fundación Interconectados
- 1.- Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Torre_de_Babel
- 2.- https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_educativo_de_Venezuela
- 3.- https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Universidades_de_Venezuela
- 4.- https://humanidades.com/discurso-politico/#ixzz8DfqgFIVk
- 5.- https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/20/20_0117.pdf
- 6.- https://es.wikipedia.org/wiki/Clivaje_(pol%C3%ADtica)
- 7.- Seymour Martin Lipset, Stein Rokkan, Party Systems and Voter Alignments (Free Press, 1967).
- 8.- https://bitacora.interconectados.org/sobre-modernidad-desarrollo-informacion-y-hendiduras/
Paul Esqueda
noviembre 12, 2023Es absolutamente normal, en el mundo académico , tener puntos de vista diferentes o percepciones antagónicas sobre una misma situación. Las diferencias son vitales para enriquecer un problema de investigación y así generar nuevos conocimientos. Al mismo tiempo debemos colaborar y mantener el espíritu de equipo. Esta idea es la que nos presenta el autor en este trabajo. Se me ocurre que la libertad académica, mal interpretada como una forma de imponer nuestro punto de vista sobre otros o no buscar consensos y compromisos lo que nos puede estar afectando. Yo creo que el clivaje bien administrado es necesario en la creación de nuevos conocimientos que debe ser el resultado de la academia
Paul Esqueda
noviembre 12, 2023La acreditación externa periódica es también un enfoque para mantener la vitalidad intelectual de la universidades. Es una práctica común en las escuelas de ingeniería (ABET en USA) o administración de empresas (AACSB en USA) estar acreditadas y tener evaluaciones de los programas y personal académico por pares externos cada tres o cuatro años
Luis Ordóñez
noviembre 12, 2023Totalmente de acuerdo, la ausencia de acreditación externa periodica es un rezago cultural (!Ya soy doctor, ya lo sé todo!) que afecta todos los ámbitos, el de la salud incluido. Esa poca capacidad para evaluar, o ser evaluados; esa poca capacidad para emitir opiniones o aceptar opiniones ajenas es una de las princiaples causas de las desviaciones en la autonomía universitaria y en su acercamiento a la sociedad. No podemos acercarnos a la sociedad «sabiendo mucho», por el contrario el unico acercamiento posible es desde una «ignorancia humilde». Gracias Paul por tus comentarios
Emilda Ceballos
noviembre 14, 2023» Algo que debe evitar la universidad venezolana del futuro es profundizar la hendidura en nuestra sociedad….» Ciertamente, la universidad está para establecer puentes con la sociedad para contribuir a los mejores toma de consensos a las mejores decisiones. Es decir, las relaciones universidad y sociedad deben responder a fines edificadores y no de ponerse al servicio de políticos de turno.
El Dr Ordóñez toca fondo cuando nos pone a pensar en el impacto que ha tenido la primacía, en la universidad venezolana, del discurso político sobre el discurso académico.