Un esfuerzo interdisciplinario se presenta en esta investigación, relacionada con la formación de profesionales de la enfermería y el cuidado domiciliario respecto al de los centros de centros asistenciales. Una experiencia con pacientes en el estado final de sus existencias reflejó unos resultados de gran interés.
A continuación el resumen de la ponencia:
EL CUIDADO HUMANO DOMICILIARIO: UNA RESPUESTA A LA NECESIDAD ASISTENCIAL DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA
Elizabeth Piña eeeucv@gmail.com, Fac. Medicina UCV, PCI
Argenis Lugo alugo.66@gmail.com, Fac. Arq y Urb UCV. PCI
Maritza Rivas Srivasmari@gmail.com. Fac Ing. UCV. PCI
Objetivo: Propiciar una experiencia de cuidado humano autónomo, individualizado y domiciliario a personas en etapas terminales de su vida con déficit de autocuidado.
Enfermería como toda profesión tiene un campo específico de actuación, autónomo, caracterizado por el cuidado científico, el cual debe brindarse en un equilibrio armónico entre lo teórico y lo humano. Se parte de considerar que cada persona es un ser único, con valores, creencias, historia, que debe ser visto de manera integral, incluyendo lo biológico, social, psicológico y espiritual. La práctica cotidiana del profesional de enfermería suele caracterizarse por darse dentro de centros asistenciales, ajustada a un modelo interdependiente de asistencia clínica, en muchas ocasiones relacionada a las indicaciones médicas, sin desarrollar todo el potencial de su autonomía profesional, la cual le permite una vinculación a la dinámica social y familiar, para lo cual ha sido formada. En este proyecto se buscó ofrecer una alternativa práctica para revisar los aspectos del cuidado humano autónomo domiciliario, ofrecido por estudiantes de último semestre de la licenciatura en enfermería, de la facultad de medicina de la UCV. Otro aspecto que fue considerado cuando se diseñó esta actividad, fue el pensar la poca atención que tradicionalmente se les brinda a las personas en etapas finales de su vida. Es por ello que se ofertó esta experiencia, la población atendida eran ancianos, con déficit para su autocuidado, donde enfermería tenia que diseñar planes de cuidados individualizados, acordando con la persona necesitada el horario de asistencia, el cual comprendía 18 horas semanales, durante 16 semanas. Se presentaron para la experiencia 5 cursantes. Cada 15 días se reunían con la docente-tutora para evaluar la evolución de los cuidados. En caso de ameritarlo las participantes, podían contactar a la docente-tutora para pedir asesoría o aclarar inquietudes o dudas. De todos los casos atendidos, dos culminaron con el fallecimiento de la persona, situación que sirvió para revisar aspectos teóricos, emocionales y bioéticos sobre el cuidado al moribundo y muerte digna, así como el manejo que hace el profesional de enfermería de sus emociones. Las cinco cursantes valoraron en positivo la experiencia, señalando entre los aportes, la seguridad alcanzada para asumir un cuidado independiente, la satisfacción del saberse capaces de responder a las demandas cambiantes de este tipo de pacientes. Los familiares de las personas que fueron cuidadas, resaltaron la responsabilidad demostrada por las cursantes, la consideración que demostraban en su relación con los pacientes y la oportunidad de permanecer en la comodidad de sus hogares aun en las condiciones tan complejas que tuvieron que sobrellevar. Otro resultado, no buscado, que se evidenció posteriormente, durante la pandemia, fue que el 60% de las cursantes, se dedicaron al cuidado domiciliario, seleccionando este tipo de asistencia para su practica profesional.
Palabras Claves: Cuidado Humano, Enfermería, autonomía, domiciliario, etapa terminal de la vida
Boletín InterConectados diciembre 2024
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