Estamos acostumbrados a percibir a las universidades como centros de excelencia, donde se genera y transmite conocimiento socialmente útil Pero pocas veces nos detenemos a considerar la otra función de la universidades, la de difundir conocimientos a toda la sociedad. Una imagen que refleja lo que queremos trasmitir pudiese ser la siguiente:
El lector podrá apreciar como en el nuevo esquema asignamos funciones bastante diferentes de las tradicionales a servicios como los de biblioteca y de prensa, puesto que ahora se les asigna la función de ayudar a satisfacer las demandas de conocimiento que pueda tener el entorno. Una adecuada re-ingeniería de los sistemas de información y comunicación de la universidad son necesarios para poder cumplir eficientemente estas funciones. Son parte de los nuevos retos de los gerentes de la educación superior.
Zoraida Villegas
marzo 31, 2014Si funcionara de esa manera sería excelente y no es que no funcione, sí se genera y sí se transmite conocimiento, la pregunta sería: ¿son socialmente útiles todos los conocimientos que se están generando? ¿las universidades están atendiendo las áreas de demanda social en toda su extensión? ¿cómo se está difundiendo ese conocimiento a la sociedad? ¿están las dependencias de las instituciones universitarias difundiendo esa información?. Sería interesante hacer un análisis exhaustivo acerca de estos planteamientos porque no es solo generar conocimiento desde la universidad, es que ese conocimiento debe atender a los requerimiento de la sociedad y no solo esto, debe también movilizarse ese conocimiento para que exista un verdadera colaboración a esas necesidades de la sociedad de parte de las instituciones de educación superior.
Ivan Torres
abril 9, 2014HACIA UN MODELO INTEGRADOR COMPLEMENTARIO DE FORMACIÓN DOCENTE EN EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN ESTUDIOS UNIVERSITARIOS PREVIO AL DOCTORADO
A la hora de conceptualizar la formación de los profesionales de la educación, se utilizan diferentes expresiones como: formación continua, formación en ejercicio, perfeccionamiento académico, desarrollo profesional, entre otras. En este análisis de experiencia en el curso CAMEL – SIMCUS, optaré por tomar la expresión Formación Permanente, una formación a lo largo de la vida, la cual se entiende como un proceso de aprendizaje dirigido a adquirir un todo coherente de conocimientos, actitudes y necesidades para la práctica cotidiana de la profesión.
Una formación no solo va a permitir una adecuación y actualización de las tareas y competencias a desarrollar, sino que se orienta al cambio, sin olvidar la doble dimensión que ha de tener la formación: Desarrollo Personal y Desarrollo Profesional.
La finalidad última de la formación del docente es, sin duda la actualización y el perfeccionamiento en cuestiones tanto técnicas como didácticas, permitiendo el desarrollo profesional, vinculado a la problemática social y educativa, capaz de dar respuesta a ambas desde la práctica cotidiana. Es por ello que el docente actual debe desprenderse del temor, de lo desconocido y adiestrarse en la imperiosa necesidad de cambiar, de renovar y de involucrarse en las nuevas tecnología como medio de aprendizaje valioso en una sociedad cambiante y dinámica.
Al iniciar el curso CAMEL –SIMCUS, surgieron muchas dudas, inquietudes y expectativas, pensé que era netamente trabajos teóricos de algunas investigaciones ya preestablecidas que sería guiada por el docente de la cátedra, pero la realidad fue otra, cuando nos vimos inmerso en el mundo de las nuevas tecnología de la información y comunicación donde en común denominador manifiesta que el docente en la actualidad no domina las técnicas informáticas, se siente inseguro, incluso percibe que los niños y jóvenes tienen mejor nivel de práctica informática y por supuesto la sobreabundancia de herramientas informática dificulta el uso exitoso cuando no se tiene el conocimiento adecuado. Trayendo estrés, e inclusive la posibilidad de retirar la asignatura por falta de orientación y asesoramiento en el área de la informática.
Ante esta necesidad las universidades como generador del conocimiento deberían crear un modelo integrador complementario de formación docente en el uso de las nuevas tecnologías en estudios Universitarios previo al Doctorado, es evidente que los educadores necesitamos un enmarque ideológico que nos haga entender la lógica y la falta de lógica del mundo de la información, y su impacto en la vida cotidiana. Pareciera algo contradictorio que los doctorantes reciban dicha formación, ya que muchas veces por el Rostro, el prestigio, lo académico, no aceptamos con beneplácito la necesidad que tenemos en el manejo de las nuevas tecnologías.
Ante esta realidad la Fundación Interconectado a través del CAMEL abre un abanico de posibilidades a sus participante, brindándole las herramientas necesarias para fortalecer el uso de las tecnología mediante el desarrollo de colaboradores entre participantes y facilitador que lleva intereses y experiencias comunes, fortaleciendo el sentido de pertenencia, y capacitación por medio de la interacción e interconexión permitiendo el acceso del proceso educativo mediante el uso satisfactorio de la informática.
Hanexy Nuñez
abril 12, 2014Resumen Ejecutivo: Experiencia en el CAMEL
MSc.: Hanexy Núñez
La sociedad actual demanda cada día y con mayor fuerza la movilización del conocimiento, es decir, una “cultura colaborativa”. En ese escenario los estudios doctorales se tornan indispensables para afrontar con éxito el trabajo investigativo, ese que no se cierra al cumplir con la meta final de tales estudios.
De este modo, es de esperar que la gestión del conocimiento constituya un factor determinante para reproducir y, quizás, para agudizar las diferencias e inequidades entre los estudios doctorales no sólo en Venezuela, sino fuera de nuestras fronteras o, entre aquellas que logren incorporar procesos y tecnologías de gestión del conocimiento y las que no lo hagan.
En el modelo CAMEL noto que, por un lado efectivamente el estudiante pasa de ser un agente pasivo a uno activo, es decir, que el objetivo es que éste tome decisiones propias con respecto a su aprendizaje a la hora de elegir un itinerario, sin embargo, requiere del participante un esfuerzo mayor por, entre otras cosas, con respecto a la realización de trabajos, evaluaciones continuas, tutorías académicas y fomento del aprendizaje dinámico. Es así como, la postura de que la filosofía del nuevo aprendizaje universitario sigue quedando patente y que, tal modelo sigue priorizando la figura del alumno, los valores éticos y el trabajo colaborativo, además de reducir las horas de clase presenciales e introducir el tiempo dedicado al trabajo personal.
Para nadie es un secreto, que el bombardeo tecnológico al que estamos siendo sometidos, toma mayor fuerza en el desarrollo de nuevas formas del manejo de la información; esto conlleva a que el término “Sociedad del Conocimiento” se esté dando en todos los ámbitos del quehacer del hombre.
Las bien conocidas TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) han permitido el alcance íntegro de la información, por ser un medio de producción y distribución. No es de extrañarnos entonces, que éstas intervengan en el desarrollo de las Universidades (por ser el caso que compete) y, la formación no sólo intelectual sino además, la obtención de conocimientos a partir del planteamiento de problemas y posibles soluciones en cualquier trabajo investigativo propio de los estudios del tercer nivel.
Cabe destacar que, la educación enmarcada en la Internet, lleva consigo implícita la revisión del proceso enseñanza-aprendizaje, orientando el uso competente de las nuevas tecnologías como recurso pedagógico, para alcanzar resultados educativos de alta calidad. A partir de aquí se hace conminatorio el estudio de las modalidades formativas que permitan una mejor coyuntura entre la tecnología, la comunicación y la didáctica.
Desde mi punto de vista, no cuestiono esta modalidad de aprendizaje en el entorno virtual, siempre y cuando quienes dirijan el estudio individualizado tomen en cuenta lo novedoso que esto resulte para algunos y, los conduzca a formalizar el aprendizaje electrónico inicial bajo procesos estructurados menos formales, como dirían en mi pueblo comenzando de cero, sin asumir a priori que uno o el otro van a la misma velocidad de tales tecnologías; esto sin lugar a duda creará un clima digital favorable, de allí que el estudiante al conocer la operatividad en línea, organizará su ambiente de aprendizaje ajustado a una propuesta factible y de funcionalidad, que lo conduzca al aprendizaje social y colaborativo.
Asimismo, reconozco que el objetivo es reformar el sistema universitario, organizado por calidad, diversidad y competitividad; donde la pretensión es la total movilidad de aspirantes a doctor y tutores y, la homogeneización de los estudios superiores.
Valdría la pena señalar, que efectivamente he dado pasos pequeños al respecto (trabajo internauta), sin embargo, noto que nos falta apañarnos un poco más a la movilización del conocimiento, al intercambio o la interacción indagatoria y, la forma en que ésta pueda ayudar a la investigación que desarrollan uno, dos o tres personas con intereses convencionales en cualquier parte del mundo, por supuesto tomando en cuenta las aristas económicas, sociales y culturales, que, al parecer tienen cosas en común pero con grandes desigualdades.
En resumen, si al reducir las horas de escolaridad presenciales, se daría paso a un mayor enfoque del trabajo investigativo, bravo por ello, claro está, sin que esto se traduzca a la pérdida de unidades curriculares importantes, pero, siendo así estoy segura nos formaríamos como mejores investigadores.
María Francia Arteaga
abril 13, 2014Relato de vida: La experiencia de participación en el CAMEL
Revisar la experiencia de participación en el CAMEL fuerza una precisión necesaria para situar los antecedentes personales en el marco que les toca dentro de este análisis. Desde las disciplinas donde ejerzo he dedicado persistentes interrogantes a los procesos cognitivos que subyacen a los errores de escritura (la mayoría de las veces no gramaticales) y cómo esos errores se asocian con ciertas dificultades para aprender y para organizar lógicamente lo aprendido. De modo que si correspondiera definir el propio espacio del ejercicio docente, diría que es aquel donde es un imperativo fomentar la lectura crítica, facilitar el proceso de reporte y divulgación de un saber construido en el marco de una disciplina. Agregaría que propiciar el aprendizaje en este contexto pasa indefectiblemente por la tarea de promover la proyección de lo que se aprende hacia una sociedad marcada por problemas que atentan gravemente contra el bienestar, la equidad, la justicia y la convivencia. No cabe hacerse profesional tomando distancia de la realidad social.
Con estos elementos relativos al ejercicio profesional, se produce mi inserción en el CAMEL-SIMCUS. En relación con este seminario solo sabía que se trataba de una propuesta “on-line” de la cual dependía la prosecución de mis estudios doctorales, para la que yo no contaba con las habilidades informáticas requeridas. De allí que de antemano no pude anticipar si mis concepciones, aspiraciones y/o competencias personales favorecerían mis aprendizajes en el contexto del CAMEL. Con respecto a esas concepciones, es oportuno destacar que tienen que ver con una visión no necesariamente complaciente de las instituciones universitarias. En juicio fundado en la experiencia propia, estimo que lucen como espacios “envejecidos” en prácticas poco revisadas, poco renovadas, poco interesadas en la realidad de quien aprende; sin descontar que en oportunidades la universidad parece distante de los retos a resolver fuera de ella; no obstante, no pretendo con lo anterior dejar de ver la historia de conquistas y victorias de la universidad tradicional venezolana. El dictum de la universidad no se cumple cabalmente en virtud de que no en pocas ocasiones es escenario de confrontaciones irracionales entre posturas de todo tipo: políticas, de “escuelas”, de enfoque, de egos,… Confrontaciones que hacen sospechar, a pesar de su larga historia, de que esta institución social no termina de apropiarse de su responsabilidad civilizante; por el contrario, perviven en ella espacios para las luchas prelógicas, primitivas que llevan a perpetuar en el seno de las casas de estudio “territorios de dominación”, con lo cual se contradice el espíritu de la universidad. Mientras ese “canibalismo ilustrado” sigue su curso, la academia todavía no trasciende el mito de la segmentación del saber en áreas o disciplinas…, en tanto hay una realidad social que reclama ser vista como una unidad indivisible. En este escenario, creo que es un deber participar de espacios donde se impulsen las reflexiones en torno a las aspiraciones sobre lo que debería cumplir la academia, ello tiene que ver con que aprender civiliza, vuelve ciudadano al habitante: “hominiza”.
A pesar de las múltiples complicaciones técnicas y del desconocimiento de las herramientas informáticas que personalmente enfrenté, fue posible practicar acciones en el medio informático, lo cual me permitió el acceso a un marco conceptual que profundiza y completa aquellos que he manejado lejos de las etiquetas; por cierto, no las creo imprescindibles. A partir del CAMEL se amplían los elementos que forman parte de mi visión de la universidad, de su papel social y de lo que constituye el propio ejercicio profesional, se resitúan algunas competencias. Por ejemplo en lo atinente a cómo “movilizar” saber desde el claustro universitario hasta la sociedad; esto anticipa un reto insoslayable: integrarse a la atención de las realidades sociales que constituyen epicentro y razón de ser de la institución universitaria. Ya que urge mirar hacia la sociedad, no desde alturas olímpicas, sí al lado de ella. Vale aquí el concepto de “alteridad”, es decir, la ponderación ajustada de la perspectiva individual en consideración de la multiplicidad de visiones que pueden hacer una aproximación más completa de los asuntos sociales, como objeto de la indagación científica, de la acción universitaria.
De lo anterior desagrego, además, en virtud de mi paso por el seminario, lo que pudiera ser una competencia para desempeñarse en los espacios académicos, es aquella que nos permite hacer trascender los hallazgos de la reflexión académica, compartirlos, confrontarlos; esta competencia está referida al concepto de “socialización”. Este concepto toca los puntos del recorrido que corresponde seguir hasta otorgar validez al conocimiento. Aquí es propicio recordar siquiera la noción de “intersubjetividad” que contrasta con la de “objetividad científica”.
Este análisis de la experiencia personal termina con la manifestación de ciertas expectativas de participación en iniciativas dirigidas a emprender, diseñar y probar diversas propuestas abiertas para aprender, para democratizar el aprendizaje. Los cursos abiertos y masivos deben ser la oportunidad de practicar más sólidos enlaces entre las universidades, sus comunidades y sus miembros. El CAMEL del cual he formado parte incidió en el replanteamiento de posturas y prácticas personales, en virtud de la interacción activa con otros participantes que coinciden o divergen en saberes, puntos de vista, intereses, que en todos los casos promovieron mis aprendizajes de modo cooperativo y colaborativo. La práctica de la interacción en el marco de un modelo abierto para aprender logra traspasar el planteamiento original y los límites del curso. Lo que da cuenta de la factibilidad de que propuestas abiertas sean en efecto experiencias que ensayen la formación de redes cooperativas eficientes que permeen los espacios sociales. De este modo, se preconiza el futuro de una universidad que, reconceptualizada, será convocada inexorablemente a participar de la composición de una sociedad, de momento, destejida y retrotraída al pasado.
El siguiente mapa conceptual ilustra gráficamente la relación entre el marco referencial, la experiencia y la proyección personal de la actuación en el contexto universitario:
Angelica Gomez
abril 14, 2014MI EXPERIENCIA EN EL CAMEL – SIMCUS
Por: Msc. Angélica Gómez
Mi experiencia en este curso abierto masivo en línea (CAMEL) se puede resumir como un gran reto. Un reto que me permitió aprender muchas cosas tanto a nivel tecnológico como investigativo y de interacción con las demás personas bien sea colegas venezolanos y extranjeros.
Al principio, tuve conocimiento de esta actividad por medio de un correo enviado desde el Departamento al que estoy adscrita en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo. El CAMEL y su significado se hizo una idea novedosa para mi persona y confieso que hasta me planteé participar, pero sin indagar mucho más. Días después, mi sorpresa fue que al inscribirme para empezar a cursar estudios doctorales terminé formando parte activa de este CAMEL https://www.youtube.com/watch?v=_vNWI2Ta0Kk. Desde el principio sentí que todo iba muy rápido, que había mucha terminología básica por aprender así como también muchas herramientas tecnológicas por dominar. Sin embargo, decidí enfrentar estas situaciones con buena disposición, ya que sabía que al final obtendría un cúmulo de conocimientos que me eran desconocidos y que podía usar por el resto de mi vida personal así como académica.
A lo largo del curso nos paseamos por términos como la alteridad que en pocas palabras significa “ponerse en los zapatos del otro” http://es.wikipedia.org/wiki/Alteridad, entorno personal de aprendizaje en el que tomas lo que necesitas o consideres importante de diferentes fuentes y de diferentes ambientes http://es.wikipedia.org/wiki/Entorno_Personal_de_Aprendizaje, el manejo de conocimiento o knowledge management que no es otra cosa que aplicar el conocimiento colectivo de toda la fuerza de trabajo para obtener metas organizacionales específicas http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/knowledge/docs/ABC_of_KM.pdf esto no sólo se aplica al mundo empresarial, es a todo nivel. Por otra parte, Los protocolos de investigación http://www.slideshare.net/cesarroblez/4-el-protocolo-de-investigacin que, aunque considero que los participantes dominan estos preceptos, por primera vez tendríamos que utilizarlos en un formato diferente del procesador de texto, como lo es la presentación audiovisual a través de Youtube https://www.youtube.com/watch?v=sCC8UKq2YRo. Asimismo, el trabajo colaborativo y sus reglas http://www.kfpe.ch/download/KFPE-Guide_11P7Q_E.pdf fueron parte fundamental de esta iniciativa. Estas, entre otras conceptualizaciones han marcado un antes y un después de esta experiencia.
En este último aspecto, pude apreciar que en algunos casos aún se impone el modelo autoritario http://www.culturayrs.org.mx/revista/num12/Lenoir_12.pdf , donde los demás esperan que haya una persona que diga qué hacer en lugar de tomar la iniciativa. Otro aspecto que considero curioso a pesar de la sociedad globalizada en la que nos movemos, es la percepción que algunas personas aún sienten incomodidad al hacer uso de una lengua extranjera como es el caso del idioma inglés para investigaciones, uso de nuevas plataformas de enseñanza y aprendizaje e indagación de bibliografía. Considero que estas situaciones se deben a muchos factores en los cuales, a mi juicio, juega un papel preponderante nuestra cultura. Sin embargo, tengo presente que el cambio es posible si el individuo se motiva a romper con sus prejuicios y estereotipos http://www.conductitlan.net/psicologia_organizacional/prejuicio_estereotipo_discriminacion.pdf para ir mejorando estas situaciones en pro de su aprendizaje.
Asimismo, en el caso de la Movilización del conocimiento entre la universidad y la sociedad, considero que aunque se han dado pasos importantes para llevar a cabo este paradigma en nuestro país, aún falta mucho por hacer, mucho por cambiar. Hace falta mucha voluntad de la Universidad, en el sentido de tener un lenguaje más claro, sin despreciar el aporte científico y humanístico que pueden dar. La sociedad por su parte, debe acercarse un poco más a la universidad para ver qué nuevas ideas y proyectos se están generando en ella para tomarlos en cuenta a la hora de emprender alguna solución a las diversas problemáticas que se suscitan en una comunidad. Si se logra tener un poco de voluntad de ambas partes lograremos que la academia deje de ser una figura autoritaria y se convertiría en la cuna del desarrollo sostenible de las naciones.
Por otro lado, debo decir que a lo largo de estas diez semanas se me han planteado muchos retos. Entre ellos el de pasar a manejar unos cuantos buscadores, redes sociales y correos electrónicos a manejar diversas herramientas educativas (Slideshare, wizIQ, Cmaps, Yahoo Groups, entre otros). Aprendí que Youtube también es una fuente importante para encontrar material investigativo tan valioso como en cualquier buscador. Además, aprendí que no sólo el correo electrónico funciona para guardar información (o al menos yo lo hacía), también existe la nube http://es.wikipedia.org/wiki/Computaci%C3%B3n_en_la_nube donde puedo guardar toda mi información y llevarla a donde quiera (Google Drive y Dropbox son mis favoritos). Si hay algo negativo que señalar fue que en algunos momentos debido a la rapidez del curso y lo accidentado de la situación del país (falta de conexión, apagones, dificultad para encontrar direcciones de correo de otras universidades, entre otros) me vi inmersa en períodos de saturación, que afortunadamente solventé de manera satisfactoria.
Para concluir, sugiero que un curso como este debe realizarse en todos los programas doctorales de todas las universidades venezolanas y latinoamericanas a manera de introductorio. De este modo se lograría proveer a los candidatos a doctor con las herramientas adecuadas para desarrollar su trabajo y su entorno de aprendizaje de manera eficiente, lo que redundará en mayor agilidad a la hora de elaborar su proyecto de tesis de grado. Finalmente, Este CAMEL ha sido, me atrevo a decir como la primera vez en avión: lleno de sensaciones diferentes, desde el miedo hasta el confort, un poco de turbulencia debido al mal tiempo, pero con un aterrizaje de seguro satisfactorio para todos.
Yolimar Romero
junio 29, 2015Para obtener la adecuada re-ingeniería de los sistemas de información y comunicación de la universidad es importante que todos los actores en especial nosotros los docentes tengamos una cultura colaborativa, que minimice la brecha para el logro de la movilización del conocimiento, ademas de promover entre los estudiantes actividades que ayuden a rescatar y fomentar la lectura crítica, facilitar el proceso de comunicación y divulgación de un saber construido desde el marco de la disciplina que se enseña, donde los conocimientos aprendidos se puedan llevar a la practica y que sirvan para reflexionar y tomar acción ante una sociedad marcada por problemas que atentan gravemente contra el bienestar, la equidad, la justicia, la convivencia y el ambiente en general. Bajo esta perspectiva, los estudios a nivel de postgrado son indispensables para afrontar con éxito el trabajo que debe emprender cada docente, ser un investigador capaz de movilizar conocimiento dentro y fuera de la universidad…