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La ignorancia como motor de la investigación

Acabamos de toparnos con un breve libro de Stuart Firestein, profesor de neurociencias en la Universidad de Columbia, donde el autor reflexiona sobre el sentido de la ignorancia como motor de la ciencia, y sobre como los científicos la utilizan para programar su trabajo, para identificar lo que deben hacer, y decidir los pasos hacia donde deben dirigir sus energías.
Esta manera de entender la investigación científica tiene una ventaja. En lugar de pasearnos por todo lo que ya se sabe, lo cual puede tener un efecto abrumador en los que se inician por los caminos de la investigación, el inventariar lo que desconocemos nos ayuda a utilizar la curiosidad, condición “sine qua non” en un investigador, para orientar nuestro accionar a la hora de buscar nuevos conocimientos.
El libro de Firestein se abre con la cita “Es muy difícil encontrar un gato negro en un cuarto oscuro. Sobretodo cuando no hay gato…”. Es precisamente esta condición elusiva del conocimiento lo que dificulta el desarrollo de investigadores con las estrategia pedagógicas tradicionales, porque… ¿como enseñar sobre lo que no se sabe, desde una cátedra donde se va a demostrar todo lo que el docente ya conoce? Es por esto que venimos experimentando con estrategias pedagógicas basadas en el conocimiento conectivo y diseñadas en base a las didácticas que generan los Cursos Abiertos Masivos En Línea (CAMEL), de manera de lograr ambientes de aprendizaje basados en la exploración conjunta de lo que no sabemos y el apoyo mutuo en la búsqueda de información, conocimiento y saberes que permitan a los participantes satisfacer sus respectivas curiosidades.
Visto de esta manera, un CAMEL deberá ayudarnos a precisar nuestra ignorancia sobre aquello que quisiéramos conocer, al tiempo que nos debería ayudar a generar situaciones que nos permitan comprobar o rechazar las predicciones que hagamos, desde nuestra ignorancia, sobre los temas en los cuales quisiéramos ampliar nuestro conocimiento. Y todo esto requiere de un estado mental apropiado, que no es otro que el de la humildad: “La humildad es la virtud que consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento.” Esperemos que el CAMEL sobre Investigaciones Colaborativas en Ciencias Sociales que estamos próximos a iniciar nos permita a todos los participantes el que, con humildad, despertemos nuestra curiosidad sobre aquello donde seamos ignorantes, de manera  que juntos avancemos en la búsqueda de conocimiento.

4 Comentarios
  • wpinterconectados
    septiembre 7, 2012

    “Hemos echado al mar los grillos de los pies.
    Ahora vayamos a la escuela a quitarle a nuestro pueblo los grillos de la cabeza, porque la ignorancia es el camino de la tiranía”.
    AEB

  • Juan Torres
    febrero 26, 2014

    Tengo tal sensación de satisfacción, luego de haber leido este pequeño artículo en «wpinterconectados», que hasta me siento con el valor de expresar que esta realidad denominada ‘ignorancia’, ha sido mi fiel compañera en mi vida académica. Durante mucho tiempo la he olvidado, pero estoy dispuesto ha recuperarla para despertar de nuevo la pasión por el saber y dosificarla con suficiente humildad para compartirla de nuevo.

  • Eliza Ávila
    marzo 1, 2014

    De pronto puedo estar equivocada, pero desde mi punto de vista yo creo que más que la ignorancia como motor para investigar, en cualquier contexto vida humana, está en primer lugar la curiosidad y ella es la que me hace sentir ignorante. Estoy curiosa por conocer tal cosa y cuando estoy en ella, me percato que no sé nada y el interés, como segundo motor, me va a motivar para que planifique las ideas, como una manera de ahorrar energía, en cuanto lo que debo hacer y las tomas de decisiones que me permitirán orientar y accionar la búsqueda de nuevos conocimientos para satisfacer la curiosidad, pero reconociendo mis limitaciones y debilidades para poder avanzar en la exploración.

  • Antonieta Mena
    octubre 16, 2019

    Este pequeño artículo me recordó un episodio que hoy me da risa, fué un día que entré a la biiblioteca de la Uiversidad Pedagógica Nacional en busca de libros para mi tesis y como no encontraba una sección, se me hizo fácil preguntar a un bibliotecario que sabía dónde encontraría sobre el tema, y el hombre me contenstó «sobre ese tema hay mucho escrito», lo que fué para mi un balde de agua fría, y me sentí tan ignorante! Hoy me siento igual, pero efectivamente ese sentimiento es mi motor de búsqueda.

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