La Cuarta Revolución Industrial ya está aquí, los desafíos son tan grandes y variados como las oportunidades. Esto lleva a preguntarnos: ¿Estamos preparados para ellos?, ¿Pueden los Sistemas de Conocimiento contribuir a conseguir lo mejor de esta ola de cambio, para enfrentar el futuro, sin dejar a nadie atrás?
No existen maneras de responder estas interrogantes con una estrategia simple y de manera aislada. Por el contrario, esta es una oportunidad increíble para percibir cómo el conocimiento puede desempeñar un papel importante en la toma de decisiones de políticas públicas para enfrentar la complejidad “desconocida” que abarca, y quizás incluso para redefinir qué es el conocimiento y cómo puede ser compatible y producido?
En este orden de ideas, Espinoza señala en la Editorial de nuestro Boletín de mayo 2019, que el conocimiento para descubrir, crear y desarrollar nuevas realidades requiere la integración de diferentes perspectivas, modelos intelectuales y estrategias de investigación; así como superar la tendencia de los investigadores a mantener sus silos disciplinarios y sus distintos enfoques para el desarrollo del conocimiento. En consecuencia, la cooperación transdisciplinaria se ha convertido en un imperativo científico y social.
Surgen así los Sistemas de Conocimiento como la interacción entre la investigación, la innovación, la educación superior, además del conocimiento profesional y ciudadano, de manera de generar, ofrecer, demandar y utilizar conocimiento para apoyar el desarrollo de políticas públicas.
Para generar estos Sistemas de Conocimiento se requieren los Sistemas de Investigación, que a su vez exigen la conformación de redes de personas y organizaciones con conocimientos complementarios, trabajando en equipo con los decisores de políticas públicas (los políticos) para entender las necesidades de conocimiento riguroso, pertinente y a tiempo, por lo general producido localmente, con el fin de desarrollar colaborativamente evidencias para la definición de políticas públicas. Una referencia de lo señalado anteriormente, se expresa en los Ecosistemas de investigación, ecosistemas que puedan centrarse en la capacidad de los investigadores y agentes de conocimientos, que permitan nuevas estructuras y redes para disminuir la brecha entre investigación y política.
Todo lo expresado anteriormente, devela acontecimientos y acciones, entendidas como lo expresa Touriñán López (2019): acontecimientos son los cambios (sucesos o eventos) que le acontecen a un sujeto o cosa en una ocasión, mientras que acciones son todos los cambios producidos por la intervención de un sujeto.
En resumen, debemos atender por una parte el reto de resolver la conexión entre la fuente de investigación y la demanda de nuevo conocimiento y por otro lado, las dimensiones culturales de los equipos (personas y organizaciones) de investigación interdisciplinarias que conformarían las Redes. Acciones que debería considerar todo programa de formación de investigadores, en particular aquellos a nivel de postdoctorado, cuando el investigador ya formado comienza el proceso de generar redes para estudiar los problemas complejos que el mundo real le presenta.
Estas son, entre otras, algunas de las consideraciones que indagamos en forma permanente en InterConectados. Le invitamos a unirse a estos esfuerzos. Seguiremos explorando estos temas pero por ahora, solo le solicitamos su opinión sobre esta reflexión.
XII Foro Invertido de Interconectados. Sesión 2. Ciencia Social Ciudadana y Educación: una alianza positiva. Ponencia 3: Ciencia Ciudadana en acción: Guiando equipos y procesos de investigación. Zuly Del Fiaco
XII Foro Invertido de InterConectados. Sesión 1. Interconectados y la Ciencia Ciudadana en Venezuela. Ponencia 3: La Inteligencia Artificial como Impulsora de Proyectos de Ciencia Ciudadana. Nelson Morales
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