En el IX Foro Invertido, el doctor Vladimiro Mujica expone, a través de Mecanismos políticos de participación ciudadana, las causas por las cuales la democracia venezolana se debilitó, para ceder a un sistema populista y autoritario. Los retos del presente democrático requieren así de ciudadanos comprometidos con el activismo político y conocedores de los sistemas populistas y autoritarios a los cuales enfrenta
¿Ha sentido algo similar en su entornto? ¿Tiene alguna idea o reflexión al respecto?
A continuación el resumen de la ponencia:
Mecanismos políticos de participación ciudadana
La participación ciudadana se ha convertido en un tema vital en las democracias en riesgo, como es el caso venezolano. La preservación y defensa de la democracia no es solamente la responsabilidad de los partidos y organizaciones políticas, sino que atañe de manera fundamental a los ciudadanos. Sin intentar hacer un análisis detallado de la historia venezolana, puede afirmarse sin lugar a dudas que la pérdida de los espacios democráticos en nuestro país estuvo asociada tanto al debilitamiento del sistema del partidos, como a la percepción de la ciudadanía de dar la democracia por sentado, como un derecho adquirido que no exigía estrategias de defensa.
Aparte del tema obvio de la defensa de la democracia, se ha generado en Venezuela una dinámica de crecimiento de la pobreza y aislamiento de la gente en cuanto a sus posibilidades específicas de incidir en el manejo de los asuntos sociales, económicos y de salud. Esto es así porque desde los espacios de gobierno se intenta imponer un esquema de monopolio de la acción del Estado convenientemente presentado bajo el paraguas de una ficción de democracia participativa y protagónica.
Esto quiere decir que los retos para la participación ciudadana son inmensos y es entonces indispensable pensar imaginativa y creativamente sobre los desafíos que se derivan de estas consideraciones. Dos son los conceptos claves que están asociados con la participación ciudadana: por un lado la sociedad civil y los movimientos ciudadanos no partidistas; por otro lado están las organizaciones políticas partidistas.
Los partidos políticos han sido objeto de una campaña de desprestigio en Venezuela, en la cual participaron, paradójicamente, sectores del liderazgo político, empresarial y de los medios de comunicación. El resultado, conjuntamente con las debilidades internas de los partidos, asociadas en buena parte a la corrupción, fue la percepción social de que los partidos eran corruptos. Esta percepción fue determinante en la pérdida de confianza de la ciudadanía y se tradujo, en buena medida, en aceptar el mensaje del liderazgo mesiánico y populista emergente de hace dos décadas, que se presentaba como una alternativa a la corrupción. Este mensaje conquistó a una buena parte de la clase media y fue determinante en la fractura de la democracia venezolana. La emergencia de este modulo populista y autoritario fue anticipada en un libro visionario de Carlos Rangel [1], y en las obras de Luis Castro Leiva [2] y Teodoro Petkoff [3].
La situación venezolana de democracia bajo asedio, exige que los ciudadanos se involucren cada vez más en el activismo político como una manera de crear una nueva democracia por medios pacíficos y constitucionales. Nuestra Constitución exige de los ciudadanos que acometan las acciones necesarias cuando el mandato de la Carta Magna y el ejercicio de la soberanía popular están en riesgo. Esto es precisamente lo que está ocurriendo en nuestro país y la comprensión de esa situación es esencial.
El nuevo ejercicio de la política demanda ciudadanos comprometidos con las nuevas prácticas de la gobernanta global, un profundo conocimiento de las herramientas del populismo autoritario internacional y de las herramientas informáticas y de inteligencia artificial para el control de la población a través de la manipulación de la información. El entrenamiento en las nuevas realidades de la gobernanza global emergente ha sido discutido a profundidad en alguna obras recientes de Asdrúbal Aguiar [4]. En resumen, todas estas consideraciones apuntan a precisar algunos elementos generales sobre la participación ciudadana en espacios de libertad restringidos. Es indispensable participar y, al mismo tiempo, es necesario entender que no se opera bajo condiciones ideales de libertad de acción.
Vladimiro Mujica
Universidad Central de Venezuela
Referencias:
[1] Carlos Rangel, “Del buen salvaje al buen revolucionario” . Libros El Nacional, Editorial CEC, S.A. (2015)
[2] Luis Castro Leiva, “De la patria boba a la teología bolivariana”. Monte Avila Editores; 1a. ed. en M.A edición (1 Enero 1991)
[3] Teodoro Petkoff, “El chavismo al banquillo”. Editorial Planeta Colombia (2011).
[4] Asdrúbal Aguiar, “El problema de Venezuela 1998-2016”. Editorial Jurídica Venezolana Inc. (2016)
Boletín InterConectados diciembre 2024
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