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Intentando resolver problemas complejos

Es conocido el hecho de que la mayoría de los problemas que debe resolver una sociedad son del tipo complejo. “Problemas spaguetti” por lo enredados y retorcidos que resultan al moverse entre diferentes actores, con diferentes perspectivas e intereses y diferentes percepciones del tiempo y de recursos disponibles. Es por ello que estudiar alternativas y estrategias para resolver problemas complejos es una de las áreas mas interesantes que se presentan en el mundo académico, y una de las tareas que deberían acometer todos los políticos o personas en situación de definir políticas públicas.

Precisamente por estos días se está dictando un CAMEL (Curso abierto masivo en línea) del grupo edX sobre el tema de cómo resolver problemas complejos. Es interesante ver de donde provienen los cursantes por que, aparte del problema del idioma (el curso se dicta en inglés en una universidad holandesa) nos arroja información sobre que tanto preocupan estos problemas en el mundo. A continuación pueden ver la gráfica de los participantes que llenaron la información correspondiente en la primera semana  del curso:

Un total de 9o4 cursantes de Europa, 745 de Norteamérica y 319 de Asia marcan el grueso de los participantes (quizás deberíamos incluir allí los 72 de Australia por aquello del espacio de cultura anglosajona) mientras que Africa con 72 participantes y Sur América con 167 se convierten en la abierta minoría de los participantes en el curso. Si a ello añadimos el análisis por regiones dentro de Suramérica podemos comenzar a preocuparnos por el hecho de que quizás el enfoque “macondista” de esperar soluciones “mágicas” a nuestros problemas sea el que prevalece en los lugares de decisión en nuestra zona del mundo.

 

 

 

 

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