El Dr. Isaac Nahon Serfaty es un especialista de las comunicaciones relacionadas con el sector salud, gracias a su maestría y doctorado en ciencias de la comunicación de la Universidad de Montreal (Canadá) luego de egresar como comunicador social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Como periodista, escritor y consultor en comunicación organizacional también está familiarizado con la gestión de crisis y la responsabilidad social empresarial.
Nahon Serfaty habló para la Bitácora de InterConectados sobre la situación de la investigación y las universidades venezolanas, inquietud común con la Fundación InterConectados en torno a la movilización de conocimientos y búsqueda de soluciones. Actualmente es profesor asociado en la Universidad de Ottawa, Canadá.
– ¿De qué formas ha mantenido vínculos con la investigación y las universidades venezolanas?
Cuando llegué a la Universidad de Ottawa siempre me interesó establecer contacto con organizaciones de la sociedad civil en Venezuela así como con colegas. Primero de la “Católica” y después de otras universidades, con la idea de desarrollar un proyecto que terminó siendo financiado por la Agencia de Investigación de la Salud. En el mismo, dirigido a combatir el cáncer de mama, se desarrollaron talleres y otras actividades, con la participación de Senos Ayuda, el Colegio Nacional de Periodistas y otras organizaciones.
Dicho proyecto duró cinco años y me permitió seguir en contacto con el país porque dos veces al año viajaba para Venezuela. Los resultados de esa experiencia se publicaron en distintas publicaciones científicas en inglés y en español.
Posteriormente me interesé en investigar sobre la libertad académica y de la ciencia en las Américas, incluida Venezuela.
– ¿Qué ejemplos tiene en los esfuerzos por la libertad académica?
Partiendo que la misma forma parte de la libertad en general, hemos colaborado con organizaciones en Venezuela como Aula Abierta, el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de los Andes y la Universidad Metropolitana para justamente en primer lugar documentar la situación del financiamiento a las instituciones de educación superior, la emigración y otros problemas similares.
En segundo lugar queremos dar a conocer a la comunidad internacional sobre esa situación en Canadá y América Latina y también estamos creando una reflexión conjunta entre colegas venezolanos y canadienses.
En tercer lugar hay una iniciativa desde la Universidad de Ottawa, representando a Scholars at Risk, o Profesores en Riesgo. Es una organización internacional que ayuda a docentes universitarios que han sido perseguidos e intimidados por diferentes situaciones y hace poco comenzó con Venezuela un Scholar at Risk Remote, en el que dos docentes venezolanos son invitados como profesores durante dos años aunque no se hayan trasladado a la universidad. Tienen acceso a bases de datos y contacto con investigadores de la universidad para desarrollar trabajos.
Ahora mismo también hemos comenzado con la Fundación InterConectados a relacionarnos para futuros proyectos que se darán a conocer próximamente.
– Visibles las dificultades para la ciencia y la investigación en Venezuela ¿Qué factores pueden ser positivos para que la diáspora presente aporte a la solución de problemas en el país?
Es difícil ver soluciones ante los múltiples problemas que hay en Venezuela, mucho más allá de los que sufre la comunidad científica venezolana. Pero a pesar de los obstáculos siempre se están buscando soluciones, se sigue investigando, se hacen debates, foros. Todo esto con las uñas en muchas ocasiones lo cual es un reflejo de un país que no se rinde ante tantas adversidades.
Por eso es importante que quienes estamos afuera (de Venezuela) mantengamos esos vínculos de cooperación con los sectores con los que nosotros trabajamos. Al hacerlo contribuimos a sostener en casos puntuales a investigadores, que en la medida que puedan publicar sus trabajos y exponer su difícil situación se crean contextos que les permitan obtener más apoyos. En lo personal, es una responsabilidad hacer esfuerzos al respecto. – ¿Se puede pensar en un futuro distinto al complicado de la actualidad? Aunque es muy difícil pensar en una perspectiva distinta. Pero es parte del trabajo de los que estamos en las universidades, dentro y fuera de Venezuela, imaginarnos tratar de ver ese futuro que puede ser mejor. En Venezuela hay talento y conocimiento que puede encontrar las vías para sortear el actual escenario.
Henry Vazquez
mayo 8, 2021Muy buena y pertinente la entrevista. Deja abierto el camino y las esperanzas por un futuro distinto en la investigación y en la academia para Venezuela. Necesitamos de nuestros profesionales que están en la diáspora para seguir labrando este camino
Diógenes Infante
mayo 8, 2021Freedom’s just another word for nothing left to lose
-Janis Joplin-
A mí me preocupa cuando se habla de libertad de cátedra, un derecho, sin acompañarla de los deberes asociados.
¿A cambio de qué exigimos libertad de cátedra?
Tiene que existir un sistema que me permita medir el resultado de esa libertad.
Recientemente Maduro hablaba de un test de anticuerpos desarrollado por la Facultad de Farmacia de la UCV, ¡desarrollado utilizando caballos!. Tecnología superada en los años 70, con los anticuerpos monoclonales, hoy ya superados también.
¿Eso es libertad de cátedra o es obsolececia amparada en la libertad de cátedra?
Diógenes Infante
mayo 8, 2021Disculpen Obsolescencia
Diógenes Infante
mayo 8, 2021Corrijo mi apreciación sobre los Anticuerpos Monoclonales, todavía son una gran fuente de nuevos medicamentos.
https://www.nature.com/articles/d41573-021-00079-7?utm_source=Nature+Briefing&utm_campaign=fa19a72f28-briefing-dy-20210507&utm_medium=email&utm_term=0_c9dfd39373-fa19a72f28-42521651
Cenilda Lara M
mayo 10, 2021Relevante opinión, el considerar seguir entrelazando vínculos con en la investigación y educación venezolana, a pesar de las dificultades. Mientras se muestre el talento y perseverancia, hay visión de futuro.