Ya en el pasado hemos descrito el término insularidad (ver por ejemplo la nota sobre la isla del conocimiento). Lo utilizamos en el sentido exacto que le asigna Mario Waissbluth en su conocido artículo La insularidad en la gestión pública latinoamericana, así “… existe un fenómeno estructural y endémico: la “insularidad” o “feudalización” de la gestión, caracterizada por que en la gran mayoría de estas instituciones la queja más frecuente es que cada unidad, división, departamento o subsecretaría trabaja como una isla separada, y en el peor de los casos, con franco antagonismo, mala comunicación y traslapo de funciones entre ellas”. Sentimos (no lo hemos demostrado) que en el terreno de los espacios de investigación de la universidad pública latinoamericana existe una situación similar.
Aunque el trabajo que comentamos data del 2003, ya hace mención al hecho de que “…las teorías sobre gestión de sistemas complejos han hecho una irrupción sin precedentes en la literatura mundial.” Sin embargo, es solo en tiempos más recientes que el problema de cómo manejar sistemas complejos en ciencias ha venido siendo abordado, Uno de los intentos más clarificadores, en nuestra opinión, es el de las ciencias de integración y aplicación de conocimientos, desarrollado por Gabriele Bammer en la Universidad Nacional de Australia y conocido coloquialmente por sus siglas en inglés: I2S (derivado del inglés Integration and Implementation Sciences).
Ambos autores (Waissbluth y Bammer) parecieran coincidir en las palabras del primero de ellos: “Un equipo de fútbol puede estar compuesto de puras estrellas y ser muy malo. Lo que caracteriza a un equipo ganador no es sólo la calidad de sus jugadores, sino la calidad de sus interacciones, y lo que caracteriza el éxito de largo plazo de una organización es la calidad de cinco procesos básicos: La forma de producir valor agregado; Sus procesos de toma de decisión; Sus mecanismos de aprendizaje y sus mecanismos de control; La forma de generar membresía en su interior; y los mecanismos de resolución de conflictos entre sus miembros. “ Si no tomamos estos factores en cuenta a la hora de intentar generar equipos colaborativos eficientes para integrar y aplicar conocimiento, difícilmente lograremos impactos interesantes al tratar de organizar adecuadamente la investigación universitaria para movilizar conocimiento a la sociedad.
Uno de los principales obstáculos para lograr las metas buscadas es la forma como trabaja el mundo científico universitario. Siempre en palabras de Waissbluth “Esta excelente radiografía de un hospital, un juzgado, una procuraduría, un ministerio, una escuela o una universidad, trae infelizmente aparejada una dificultad adicional: el corazón de la institucionalidad es la operación de profesionales relativamente autónomos… que van a resistir cualquier intento de coordinación, medición o intervención de gestión que consideren atentatoria contra la forma en que han venido haciendo las cosas. En otras palabras, la receta perfecta para la insularidad.”
Existen formas para combatir la insularidad, en gran parte apoyadas en estrategias de información y comunicación entre los miembros de las organizaciones; sin embargo, por razones que entendemos son mas bien de origen cultural, el intercambio franco de información es difícil en nuestras organizaciones de docencia e investigación. Sobre esto hemos hecho referencia en notas anteriores en este mismo blog, Ahora bien, si pretendemos lograr las metas que persiguen los proyecto I2S, en tanto que disciplina que provee conceptos y métodos para desarrollar investigación sobre problemas complejos del mundo real mediante el apoyo a investigadores en equipos multi- y trans- disciplinarios debemos poder lograr:
- Síntesis de conocimiento por disciplinas y por actores involucrados.
- Comprensión y manejo de diversos desconocidos (gestión de la ignorancia), y
- Generación de investigación integrada para apoyar cambios de políticas y de prácticas sistemáticas derivadas de esas políticas.
Y todas esas metas requieren en alto grado de capacidades de comunicación y de movilización de información. Debemos estar conscientes que el problema no es solo tecnológico (mayor utilización de Tecnologías de Información y Comunicación (Tics)) es también cultural y organizacional, como nos menciona Frank Leistner, a quien ya hemos mencionado también en notas anteriores. en su texto sobre flujos de conocimiento en la organización.
Llegamos así a nuestro proyecto “Introducción a la investigación socio-ambiental integrativa en América Latina” un proyecto orientado a proveer en línea conceptos y métodos de investigación para estimular los estudios socio ambientales a nivel de postgrado en nuestras universidades, así como para servir de punto de encuentro a los programas e investigadores trabajando en disciplinas que puedan ser de interés para el conocimiento de la problemática socio ambiental en la región.
El proyecto tiene su origen en una convocatoria de SESYNC, el Centro para la Síntesis de Investigaciones Socio-Ambientales en la Universidad de Maryland, parte de la red de centros de síntesis de investigación, financiado por la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. La convocatoria nos abrió la oportunidad para, al tiempo de intentar generar grupos de investigación que aplicasen la metodología descrita por Bammer como I2S, participar en el estudio de un problema concreto de nuestras sociedades como lo es la problemática socio-ambiental, en toda su complejidad. Esto para tratar entre otras razones de cerrar la brecha que presenta latinoamérica con respecto al resto del mundo en este tipo de organización para la investigación. En palabras de la creadora del I2S “pretendemos promover fertilización cruzada entre una amplia gama de acercamientos en uso, incluyendo el pensamiento de sistemas, ciencias de los sistemas complejos, investigación inter y trans disciplinaria, investigación-acción, evaluación integrada, investigación modal 2, ciencia post-normal, ciencias de la aplicación – implantación, ciencia de equipos, gerencia por proyectos y ciencias de la sostenibilidad”, enfoques y acercamientos a la realidad raras veces mencionados en nuestras publicaciones científicas de los últimos años.
Pero como el lector podrá apreciar, el gran reto es la insularidad de nuestros investigadores, de los laboratorios de investigación, y de las organizaciones que alojan a estos laboratorios y grupos de investigación. Desarrollar las habilidades gerenciales para resolver este cuello de botella, de nuevo en palabras de Waissbluth, a saber: profesionalización de las designaciones, racionalización organizacional, clarificación de las causas estructurales, el liderazgo superior, las prácticas de coordinación, las metas estratégicas concordadas, y el uso intensivo y adecuado de las Tics, reconociendo en el proceso que no se resolverá porque lo deseemos (macondismo) sino porque lo enfrentemos y aprendamos a ir paso a paso venciendo los escollos, es el reto del actual equipo que se inicia con este proyecto.
Una manera de comenzar a entender el problema podemos encontrarlo en los estudios de Elinor Ostrom, Premio Nobel de economía y ex-Presidente de la Sociedad de estudios políticos de los Estados Unidos. La profesora Ostrom nos habla de los problemas “anidados”, así los problemas de individualidad vs. participación (interacciones y resultados) estarían anidados en los sistemas de socialización (la familia o la escuela por ejemplo), los sistemas de gobierno (leyes y aparatos burocráticos), los recursos de que se dispone, y la historia de resultados logrados (experiencia, confianza), que a su vez estarían anidados en la realidad social, económica y política particular de cada lugar donde analizamos el problema.
Visto así podemos inferir “a priori” que hemos de estudiar problemas I2S a nivel de la interacción de los individuos con los grupos, así como problemas representados por la barreras que representan los reglamentos que norman la colaboración y participación en los diferentes programas de postgrado de nuestro mundo académico, al igual que aquellos derivados de los “orígenes” de los actores involucrados, tanto como los problemas originados por los regímenes de gobierno basados en diversas ideologías en el espectro latinoamericano.
Una tarea nada fácil que requerirá el trabajo colaborativo permanente de los participantes. Los invitamos a acompañarnos.
José Marvez
julio 28, 2015La preocupación por combatir la Insularidad que se apropia cada vez de los ámbitos académicos-institucionales, es compartida, desde acá, plenamente con el profesor Ordoñez. Ahora bien, que dificil la tarea de su erradicación (la de la insularidad), si entendemos a este mal como la traslación del individualismos personal al seno de institucional (https://bitacora.interconectados.org/descripcion-de-la-isla-del-conocimiento-ubicada-en-el-mar-de-la-ignorancia/), produciéndose entonces acá relaciones inconexas, divergentes, desvinculadas entre sí, y paradójicamete con supuestos interese institucionales comunues. Luego, por qué decimos que es una tarea difícil, titánica, porque si bien compartimos que se trata de una secuela cultural, esto es, de costumbre, hábitos, tradición, etc., la misma no es de data reciente, tiene al menos, según nuestro parecer, tres siglos y medios desarrollándose y reconstruyéndose. Referimos: desde Descartes (1596-1650), y su célebre «cogito, ergo sum» comenzó la costumbre, se inició el más arraigado sentido de división, de disyunción, mente≠cuerpo, espíritu≠materia, razón≠experiencia, etc., etc., etc. Desde entonces, sólo una concepción de conocimiento separado de la subjetividad del observador que se «apropia» de aquel, fue apoderándose del sentido del naciente mundo científico, y la disyunción/la separación/reducción/simplificación ha sido su nota caracterítica. Ahora bien, nos preguntamos, por que la costumbre, la tradición, el hábito a separar, reducir y/o simplificar propio del mundo científico también ha hecho nicho en el hombre de a pie, en mundo de la vida diría Schutz, (y veamos que la cosa como que es al revés, como que no se inicia en el individuo y va a la institución sino al contrario), pues la razón no es otra, eso creemos, porque sencillamente este hombre de la cotidianidad, dejó de pensar optó por la costumbre, por habituarse al saber que ya se sabe, dándole la potestad de pensar por él, a la ciencia, y craso error, porque «la ciencia no piensa… la ciencia por su parte no piensa, no puede pensar, y, por cierto, para su propio bien, osea, para asegurar la propia marcha que ella misma se ha fijado» (Heidegger, 2000:17). Nada más lejano al pensamiento, a la reflexión, que la costumbre y la tradición, se nos convencido a mirar la «realidad» si es que existe desde una sóla perspectiva, la del saber impoluto de la ciencia, y ésta en su afán analítico, reduccionista, la mayor de las veces no profundiza en la pluridimensionalidad de lo que podemos interpretar como realidad dejando de desconocer muchos aspectos que nos acerquen, nos aproximen, más asertivamente a la inexistente verdad. En este punto, consideramos que mucho de la insularidad que hoy se vive, desde lo personal a lo institucional, pero a nuestro modo de ver de origen contrario, tiene la escuela la educación, mucha responsabilidad, porque de alguna manera ha sido conservadora, y en muy poco a interpelado las formas de conocimiento que desde principios de la propia modernidad se han impuesto de manera casi exclusiva. Pues bien, consideramos como aproximaciones conclusivas, que la educación debe comenzar por repensarse, re-configurarse en el propósito de generar un nuevo pensamiento que le haga frente a la insularidad, y este pensamiento, en término de Morín, no es otro que el Pensamiento Complejo, promover la complejidad, y en este sentido, «…hay complejidad cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo (como el económico, el político, el sociológico, el afectivo, el mitológico) y que existe un tejido interdependiente, interactivo, inter-retroactivo entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las partes entre ellas. Por esto, la complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad» (Morín, 2007:42)
Pedro Fraga
noviembre 1, 2019Deje un comentario ayer
InterConectados
noviembre 1, 2019Si, lo puede ver en la columna de la derecha cuando abre la bitacora
Pedro Fraga
noviembre 1, 2019No esta.
Mi comentario sobre la investigación I2S fue el siguiente:
El problema de la cátedra a la que pertenezco al igual que otras organizaciones es la falta de comunicación y coordinación esenciales para el desarrollo del conocimiento.
Aspectos como consultar los programas académicos con universidades de primer nivel, con las personas que hayan cursados las materias o con los entes en los cuales laboran nuestros egresados no se re realizan y cuando se ha hecho tímidamente no se ha reflejado en los cambios académicos ni en las estrategias de aprendizaje.
Por otro lado la discusión e incorporación o no de las investigaciones realizadas (tesis doctorales, trabajos de ascenso o de grado) por los miembros de las cátedras como aportes a la calidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje tampoco se efectúa.
Delia Martínez
noviembre 2, 2019Combatiendo la insularidad en la investigación con I2S, un proyecto que pretende “integrar” resultados y experiencias de investigación.
La insularidad en la gestión publica
La insularidad en las organizaciones se expresa ante la resistencia de los individuos en las organizaciones de abandonar los espacios de la comodidad para actuar libremente, de trabajar aisladamente, siempre acostumbrados por cultura generacional a la individualidad, estos se verán en serias dificultades para enfrenar con éxito la complejidad en las organizaciones, expresadas en la resistencia de los actores sociales al cambio a la cooperación. Y como mecanismo para mantenerse en esta zona de comodidad surge el fenómeno de la insularidad. Expresado de forma metafórica en la llanura del individualismo. Fenómeno que se aprecia con mayor intensidad en las organizaciones públicas, según lo refiere Mario Waissbluth (2003) en su articulo sobre: “La insularidad en la gestión pública latinoamericana”, donde se vuelve cotidiano que cada unidad de una estructura organizativa opera en forma totalmente desvinculada una de otra, aun cuando sus procesos administrativos por su naturaleza exigen esfuerzos integrados. Igualmente se aprecian solapes de funciones, deficientes comunicaciones, comportamientos antagónicos y rivalidad entre los miembros de la organización. Con lo cual la eficiencia, eficacia y la imagen pública de la gestión se ve profundamente afectada.
En las sistemas organizacionales complejos, lo que caracteriza el éxito de estas instituciones, vienen siendo la calidad y eficiencia de cinco componentes esenciales. Según lo refiere Waissbluth (2003), citando Gharajedaghi, tales como: La forma de producción de valor agregado. Los procesos de toma de decisión, Mecanismos de aprendizaje y de control. La forma de generación de membresía en su interior y la forma de resolver sus conflictos en su interior. Así, cuando estos elementos se integran y coexisten en forma coordinada, armónica y virtuosa surgen de estas organizaciones dimensiones emergentes, que dan como resultado un salto positivo y revelador en la gestión de la empresa pública o privada, en cambio si uno de estos elementos es gestionado de forma inadecuada o deja de funcionar de funcionar tendrá dificultades con pocas probabilidades de supervivencia en el largo plazo. De esta forma, la existencia de la insularidad en las organizaciones afecta la efectividad, eficacia y calidad de estos procesos básicos, por otro lado la insularidad que también se asocia con el desorden produce un efecto negativo entre los individuos incorporando otros elementos adicionales a la situación.
Para conformar equipos colaborativos eficientes que puedan aplicar e integrar conocimiento, se hace necesario tomar en cuenta estos cinco elementos básicos mencionados en el párrafo anterior, para producir resultados interesantes a la hora de organizar de forma adecuada la investigación universitaria para movilizar el conocimiento a la sociedad. Si no tomamos estos factores en cuenta a la hora de intentar generar equipos colaborativos eficientes para integrar y aplicar conocimiento, difícilmente lograremos impactos interesantes al tratar de organizar adecuadamente la investigación universitaria para movilizar conocimiento a la sociedad.
Las organizaciones conforman complejos sistemas de interrelaciones desde la perspectiva de sus estructuras interdependientes y las interacciones de los grupos y prácticas sociales que se reproducen bajo sus formas de vida, principios socio-culturales y valores. Remarcados mayormente por la cultura del individualismo, a la que se hace referencia en la isla del conocimiento De alli, que para combatir la insularidad y abordar el tema de la complejidad en las organizaciones, se plantean numerosas teorías entre las que se cuentan: la teoría de pensamiento sistémico que coloca a la organización y a cada una de sus partes en contexto interno y de corresponsabilidad con su entorno externos, surgiendo de esa complejidad propiedades emergentes lo que Waissbluth (2003) denomina propiedades emergentes, como el salto cualitativo en la productividad y la innovación, también la corrupción es una propiedad emergente, originadas por las relaciones entre los elementos del sistema que producen nuevas cualidades pero también restricciones. Es decir los resultados que favorecen la gestión en la organización pública o privada, como los resultados que se manifiestan desfavorables deben ser analizados bajo la perspectiva de sistemas, afectados por un conjunto de variables que se dan en la funcionalidad interna y los efectos marcadores del entorno.
De esta forma para combatir el tema de insularidad en las organizaciones, apoyadas en herramientas de la información y las comunicaciones, pero es que, el tema va mas allá pues, se está produciendo una transfiguración socio-cultural que afecta la sociedad en general y particularmente a las organizaciones, limitando su desarrollo armónico y saludable y sostenible. Por lo tanto para generar la movilización del conocimiento producto de las investigaciones en las universidades a las comunidades, se ha venido utilizando el método de Gabriele Bammer I2S. Disciplinando la interdisciplinariedad. Ciencias de integración e implementación para investigar problemas complejos del mundo real. Con aportes a los equipos de investigación colaborativos desde la perspectiva de sistemas para abordar problemas complejos entre ellos los problemas de la pobreza generalizada, cambio climático y otros.
Danny Gonzalez
noviembre 3, 2019La insularidad radica en las culturas de las personas, para lograr vencer la insularidad en empezar a vencer el mar de la ignorancia, pasar por un proceso educativo para ser realmente ser luz, abrirse al conocimiento para iluminar el camino de otros. “La insularidad en las organizaciones se expresa ante la resistencia de los individuos en las organizaciones de abandonar los espacios de la comodidad para actuar libremente, de trabajar aisladamente, siempre acostumbrados por cultura generacional a la individualidad, estos se verán en serias dificultades para enfrenar con éxito la complejidad en las organizaciones, expresadas en la resistencia de los actores sociales al cambio a la cooperación”, esta situación en la actualidad lo podemos observar en las Universidades autónomas donde la burocracia ha tomado fuerza durante años, aunque muchos tienen el conocimiento porque la universidad venezolana se caracteriza como unas de las cunas del conocimiento, la insularidad que existe en la misma no la permite avanzar en la solución de los problemas internos como: presupuesto, cambios en los currículos, entre otros) y que no permite la mediación de otros en lo interno por diferencias políticas, personales porque siempre creen que la forma en que se realizan las cosas son las correctas.. como cita el autor Waissbluth “Esta excelente radiografía de un hospital, un juzgado, una procuraduría, un ministerio, una escuela o una universidad, trae infelizmente aparejada una dificultad adicional: el corazón de la institucionalidad es la operación de profesionales relativamente autónomos… que van a resistir cualquier intento de coordinación, medición o intervención de gestión que consideren atentatoria contra la forma en que han venido haciendo las cosas. En otras palabras, la receta perfecta para la insularidad.” Considero que la universidad venezolana debe reinventarse desde el corazón de sus participantes, en gran parte apoyarse en estrategias de información y comunicación entre los miembros de las organizaciones; que permitan el intercambio franco de información, soluciones a los problemas complejos de las organizaciones en el mundo real mediante el apoyo a investigadores en equipos multi- y trans- disciplinarios debemos poder lograr:
Síntesis de conocimiento por disciplinas y por actores involucrados.
Comprensión y manejo de diversos desconocidos (gestión de la ignorancia), y
Generación de investigación integrada para apoyar cambios de políticas y de prácticas sistemáticas derivadas de esas políticas.
Pero esto no quede dentro de las universidades, sino que este conocimiento sea de valor agregado a la sociedad.
Rossana Martínez
noviembre 3, 2019Combatiendo la Insularidad
Sobre la base de lograr la movilización del conocimiento desde la universidad a la sociedad y bajo el precepto de disminuir el trabajo y la investigación individualizada y aislada, sigo percibiendo al grupo de apoyo de la asignatura Organizaciones con Pertinencia Social, como un ejemplo práctico que mediante el uso y manejo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), empuja cada vez más a sus participantes, como una organización, a dar aporte bajo el enfoque de un proyecto compartido, donde los esfuerzos por el fin último irán vinculando cada una de las ideas particulares, simplificando conocimientos e información y alineándose al logro del objetivo común, adentrándonos en el mundo del conocimiento compartido y dejando a un lado la Insularidad.
Ahora bien, desde mi percepción y experiencia como docente universitario, efectivamente he vivido, como parte de esa comunidad universitaria a la que pertenezco, el aislamiento de la realidad de ese medio ambiente donde coexistimos. Muy a pesar de los intentos planteados en la Misión Alma Mater (2009), donde se busca la vinculación de los procesos de formación e investigación de nuestras casa de estudios, con los proyectos estratégicos para el desarrollo de la nación y en estrecha relación con las comunidades, abarcando las vertientes económicas, políticas, social y ecológica, dejando atrás el egoísmo y la incomunicación que arrastra consigo la condición de insularidad.
José G Sánchez
noviembre 25, 2019El tema de la insularidad se ve inclusive en el ámbito de la empresa privada, en Empresas Polar, en la que he trabajado durante 23 años, y específicamente en el área comercial, fue hace poco menos de 7 años cuando se comenzó a hablar en serio de gestión de conocimiento y se creó una gerencia de procesos de ventas con el objetivo de mantener un programa activo de capacitación y gestión delo conocimiento, no obstante, existen muchos problemas de coordinación de la gestión del conocimiento entre las diferentes áreas, e inclusive de comunicación efectiva. Es una competencia muy valiosa la habilidad para coordinar.