Sign up with your email address to be the first to know about new products, VIP offers, blog features & more.

Aspectos para reflexionar respecto al futuro de la universidad

Imagen generada por stablediffusionXL  


Pedro E. Gutiérrez Leal (*)


El propósito de este trabajo es exponer y analizar algunos aspectos de la situación educativa en relación con el futuro de la universidad venezolana. Factores estos que son necesario debatir, pues, afectan indudablemente el futuro de nuestra sociedad venezolana.

Son algunos de los factores que afectan al sistema universitario y al educativo en términos generales, en los que podemos y debemos incidir. 

Históricos en ellos están entrelazados en una maraña donde se mezclan enfoques curriculares, didácticos, conceptos considerados “verdades” inamovibles, que desde los inicios de la institución universitaria impregnan la actuación docente, los contenidos impartidos, la relación profesor-alumno, y lineamientos culturales que le han servido de base a la estructura del pensamiento predominante, que determinan la forma de cómo abordar el análisis situacional; que se evidencia por la manera como se enfoca el conocimiento para resolver problemas concretos.

Epistemológicos. Siendo esta la relación cognoscitiva entre el Hombre y la realidad. Usualmente, al tener orígenes religiosos, la universidad emplea la noción platónica del conocimiento, atribuyéndole a este su preexistencia, circunscribiendo la interpretación de la realidad a preconceptos previamente aceptados por intereses socioeconómicos y políticos, socialmente consentidos.

Este enfoque platónico es bastante importante en la educación desde el primer milenio. El presente entorno educativo tiene un impacto negativo en la ciencia y sus resultados, así como en la voluntad individual, dado que el interés socializador se convierte en más relevante que las necesidades lógicas de la naturaleza humana. A lo largo del desarrollo de la humanidad, en otra palabra, en el proceso de “domesticación de la barbarie”, fue necesario la ideología religiosa para que el concepto de sociedad se apuntalara. No obstante, es necesario que la ciencia y la educación, en su conjunto y en su ámbito particular, se desvanezcan de dicho enfoque y se proceda al análisis y conceptualización de la realidad. La noción de “cree” y “verdad”, la prevalencia del teoricismo, la escolástica, deben dejar paso a la noción de que el resultado de la ciencia no es más que una interpretación que se valida a través de su aplicación y resultados, pudiéndose mejorar la interpretación continuamente. La ciencia es en esencia dialéctica. Una discusión continua y permanente entre la interpretación humana y la realidad misma.  Cuando el concepto surge como producto de la abstracción de la realidad misma, su interpretación es el resultado del esfuerzo intelectual inherente a la condición humana; favoreciendo el desarrollo del individuo, comprometiendo al Hombre con su contexto a través de la participación.  

Determinantes de la educación. ¿Es la educación la que determina la sociedad o es al revés? Por lo general, los académicos pretendemos ser los que, a través de la educación, determinemos la sociedad. La educación surge del hecho mismo de preparar el hombre a la sociedad preexistente. Empleando un método de socialización que condiciona el albedrío creativo a los límites establecidos por la ideología predominante socialmente, minando la capacidad crítica y analítica de la población. Esto nos determina otra pregunta ¿Tendremos que esperar que la sociedad cambie para cambiar la universidad, y la educación en general, o debemos actuar como agentes de cambio?

En mi opinión, la universidad debe ser motor del cambio, pero nos enfrentamos al apego institucional y a sus integrantes, que desean mantener el enfoque educativo, como área de confort y seguridad. Pero independientemente de estas dos importantes condiciones de reticencia, individualmente, con el apoyo de un enfoque pragmático y las nuevas tecnologías, podemos minar los arcaicos enfoques, mostrando resultados que sean el incentivo para que los docentes adopten progresivamente los cambios, hasta que la institución asuma su rol de cambio.  

Existen otros aspectos a considerar para poder abordar la actualización institucional. Sin embargo, antes de esperar una posición institucional o un cambio social que ajuste la universidad a la necesidad del desarrollo socioeconómico deseado, resulta imperativo que los docentes interesados, analíticos, críticos y comprometidos con el futuro, brindemos nuestra didáctica de manera que incluya la realidad, que aproxime al estudiante a la “cosa”, que mediante nuestro ejemplo y didáctica ofrecemos. 

El Hombre es por naturaleza un ser dialéctico en continua formación que evoluciona en la misma medida que modifica y construye su realidad. “… la racionalidad consiste en la idea de que el Hombre es el animal que aprende de la experiencia, y aprende como aprender de la experiencia, y hace ambas cosas en un grado mucho mayor que cualquiera de sus vecinos en el árbol de la evolución.” (Jarcie, 1984)

Cambiar el sistema educativo actual, que se fundamentaba en la dogmática, escolástica y teorisismo, es una labor individual de cada académico, comprometido políticamente con el país que deseamos. Tal vez esta sea una forma de contribuir a definir la visión del país que todos deseamos.

Admito que en cada momento somos prisioneros del marco de nuestras teorías, nuestras expectativas, nuestras experiencias pasadas, nuestro lenguaje. Pero somos prisioneros en un sentido muy particular: si lo procuramos, podemos liberarnos de nuestro encierro en cualquier momento” (Popper, 1962:60)

Actitud docente. Para educar al hombre moderno debemos deponer la actitud de dar prevalencia a la forma sobre la sustancia. A lo aparente sobre la esencia.  Cumplimos requisitos sin asegurar generar condiciones. Los egresados y aparentemente sus instructores sobrevaluan el diploma o título, ante los aprendizajes, oficios, la capacidad para enfrentar el hacer, analizar, solucionar, proponer y crear.  No se forma para el trabajo.

El docente anónimo, como compromiso personal resulta fundamental para contribuir en egresar un nuevo venezolano, dando paso a una nueva perspectiva de su realidad. No es necesario esperar que la sociedad cambie, sino asumir como una actitud y compromiso personal, sobreponer el análisis, la crítica, la proactividad, a la escolástica, al dogmatismo y a teorisismo.

Ese pequeño, pero importante esfuerzo personal, del docente comprometido, se extenderá progresivamente en la sociedad, haciendo al venezolano más objetivo y creativo, tal como un incendio en un bosque seco. La visión objetiva y pragmática de la realidad, ofrecerá el elemento cultural necesario que hará la ruptura a la cultura rentista.

El compromiso y la responsabilidad con el futuro de Venezuela, la tenemos en nuestras manos como docentes preocupados. Quienes hoy tenemos la oportunidad y la posibilidad de brindar una educación para el mañana, de enseñar el placer por aprender y capacitarse; de razonar prácticamente, útil y necesario, somos quienes tenemos la oportunidad de encender la chispa del cambio socioeconómico. Demos motivo al estudiante de convertirse intrínsecamente en sujeto y objeto de su propio desarrollo humano y socioeconómico que el país requiere. La influencia personal del nuevo hombre es la fuerza, que se impondrá, al sistema educativo arcaico que todavía tenemos.

Parece utópico, pero un docente comprometido, responsable con un cambio de actitud docente puede significar un importante agente multiplicador.

Jarvie, I. C. 1984. Rationality and Relativism. In Search of a Philosophy and History of Anthropology, London: Routledge and Kegan Paul.

Poper, Karl. La lógica de la investigación científica. Madrid: EDT. Tecnos, 1962

http://www.raularagon.com.ar/biblioteca/libros/Popper%20Karl%20-%20La%20Logica%20de%20la%20Investigacion%20Cientifica.pdf

 

(*) Ingeniero Agrónomo (Universidad Central de Venezuela, 1975), con Doctorado en Desarrollo Social Económico (Universidad de París I, Sorbona, Francia, 1981). Especialidad en Docencia Universitaria (UNIEPA, 2017). Investigador en ciencias sociales, economía, administración y educación. Profesor de Planificación Estratégica y Administración de Organizaciones e instituciones educativas en pregrado y postgrado, y Profesor Titular jubilado de la Universidad Nacional Abierta de Venezuela (UNA) desde 2011. Entre sus publicaciones se encuentran los libros “La Organización Empresarial: Bajo un enfoque de sistema”, Editorial Académica Española, 2012 y disponible en Amazon; y coautor de “Educación a Distancia en la Universidad Nacional Abierta de Venezuela”, Tomo II, Rectorado de la UNA en 2009.

5 Comentarios
  • Luís Alfonzo Utrera
    agosto 21, 2023

    Excelente escrito.

  • Yajaira Freites
    agosto 22, 2023

    Confieso que al leer el texto tuve sensaciones encontradas respecto a lo que nos señala el colega Gutiérrez Leal. Veamos si me explico.
    Por una parte me chocó su afirmación que nuestra educación universitaria es escolástica…. vaya ¿no habíamos empezado a dejarla atrás durante el siglo XIX?. Y luego que era teórica, caray ¿entonces que habrán estado enseñando, por ejemplo nuestras facultades de medicina, ciencias o ingeniería?.
    Entonces recurrí al diccionario, después de todo el autor tenía varios títulos académicos y a lo mejor estaba desactualizada; y encontré – apenas escarbando en el Google- lo siguiente:
    |”De la escolástica o relacionado con este movimiento filosófico y teológico.
    “el pensamiento escolástico se basaba en el sistema aristotélico”
    2.
    Que es muy rígido, conservador o formalista, en especial referido al lenguaje, al discurso o a algún rasgo del comportamiento.
    “esa suerte de rudimentaria y escolástica puntualidad con que el oficial instruye el sumario de un ente cuya existencia nunca pondrá en duda”
    Ok, nuestro colega se refería a una forma de enseñar…, pero eso no debilitaba mi anterior argumento; entonces pensé que tal vez, se refería a en algunas de nuestras carreras universitaria de las humanidades y ciencias sociales un tanto afectas a ciertas teorías socio políticas y al uso de sistema o modelos educativos …. entonces, el asunto no es extensivo a todo el ámbito universitario. Y dado que las humanidades-ciencias sociales hoy en día juegan un papel fundamental, hay que estar atento a como las hemos venido enseñando.
    Por la otra parte, estoy de acuerdo – la evidencia histórica está allí- que un sistema educativo y contenido son expresión del contexto histórico social donde se erigen; ciertamente la ideología del momento pone los límites; pero la historia al menos del mundo occidental nos revela, en que mediada esas ideologías han sido desafiadas, en especial cuando la realidad se muestra terca; y entonces las cosas han cambiado. Y esos desafíos a las ideologías fueron productos de personas, que aun dentro de la misma sociedad, eran críticas.
    Por tanto estoy de acuerdo con el autor de que los educadores/docentes y los que desean enseñar, podemos ser agentes críticos y de cambio; o al menos ser conscientes de que es necesario cambiar nuestra forma de enseñar; regresar a la educación como un modelaje de actitudes, aptitudes y valores y no solo centrarnos, como parece que lo hemos hecho en solo trasmitir -mal o bien- información, presuponiendo que eso nos encaminaba hacia el conocimiento.
    El problema es que se requiere ir construyendo un nuevo escenario educativo, en donde las directrices del sacro santo Curriculum y el Pensum de estudio no actuen como esas camisas de fuerzas que impiden la flexibilidad del acto educativo en donde están inmersos docente y estudiantes.
    Confieso que no soy nada original en estas ideas,pero ponerlas sobre la mesa, forma parte de la discusión.

    • Pedro Gutierrez leal
      agosto 22, 2023

      Muchas Gracias, Yajaira Freites. Soy ingeniero agrónomo, que más pragmático que la formación en este campo de la ingeniería.
      Trataré de ser corto, pero explicito. Tuvimos clases de matemáticas, física, química, etc. asignaturas que esta ingeniería y en muchas otras, se enseñan como si fuéramos a ser eruditos o profesionales de esas asignaturas. Son dictadas de una manera muy desvinculada de la realidad, debiendo repetir los diversos contenidos de manera memorística, escolástica ” La escolástica es una corriente de pensamiento teológico y filosófico medieval que se apoyó en la filosofía grecolatina para interpretar teóricamente al cristianismo 12345. Buscaba la unión teórica y práctica de la fe con la razón, aunque siempre hubo una subordinación de la razón a la fe 1″ Algunos de los principales representantes de la escolástica fueron Anselmo de Canterbury, Pedro Abelardo, Alberto Magno, Tomás de Aquino, Juan Duns Scoto y Guillermo de Ockham 1234. Para darle respuesta recurrir al buscador Bing.
      Los escolásticos no se reducen a repetir las ideas de Aristóteles, sino que las reinterpretaron y las adaptaron a los principios de la fe cristiana. (Tomado del buscador bing)
      He allí el problema. A lo que me refiero es que independientemente de la carrera que incluye asignaturas prácticas, como medicina e ingeniería, la educación debe formar una racionalidad analítica, crítica. No “verdades” o “creencias”, sino educar con un conocimiento que bien pudiera ser discutido y reformulado, en futuras ocasiones.
      En ciencias nada es absoluto. Ni el conocimiento es un dogma, ni una absoluta verdad.
      Usted finaliza su escrito con una afirmación muy válida.
      Usted expresa “El problema radica en ir construyendo un nuevo escenario educativo, en donde las directrices del sacro santo Curriculum y el Pensum de estudio no actúen como esas camisas de fuerzas que impiden la flexibilidad del acto educativo en donde están inmersos docente y estudiantes”. Lo cual pareciera ratificar mis hipótesis, anteriores.
      El problema de su valiosa afirmación es que enfrenta lo cerrado del conservadurismo institucional.
      Por lo cual, dentro de los rigurosos pensa, lo único posible es que el docente, de cualquier asignatura o área de conocimiento, convierta las exigencias de los rigurosos contenidos, en enseñanzas analíticas, criticidad, impulse la creatividad y se sustente en la realidad. Haciendo que los nuevos egresados, no solamente aprendan de sus enseñanzas, además con su ejemplo.
      No responsabilizo a los docentes de su didáctica conservadora, así los requiere la universidad tradicional. Pero si el compromiso de algunos con el futuro, Quizás se requiere de ellos, un “sacrificio” extra, en cuanto a los contenidos y a una didáctica, mucho más consciente y formada, pero el futuro bien vale el esfuerzo.
      Muchas gracias, profesora, por sus aportes y opiniones.

  • Humberto Ruiz Calderón
    agosto 23, 2023

    Me pareció un escrito erudito pero creo que la situación de la universidad venezolana actualmente, no ha sido recogida ni tomada en cuenta. En consecuencia, los temas que se abordan no son en mi criterio importantes para hacer para salir a la universidad venezolana de la postración que vive. Es sin embargo, un texto que motiva a pensar sobre la universidad venezolana del futuro si es que antes no desaparece.

  • Zuly Del Fiaco
    agosto 28, 2023

    Saludos. Con respecto al articulo, si considero que recoge problemas vitales de la universidad, pues está presente el modelo sobre el cual opera la acción universitaria, es decir el fundamento sobre el cual se determina o concibe la educación, sus fines, procesos, el currículo, el profesional que se quiere formar, el papel del profesor, el del estudiante y el de la sociedad. Todos estos elementos hacen la universidad y es lo primero que debe discutirse para repensar la universidad y su esencia en este siglo. Luego, están los problemas que limitan su operatividad, presupuestos, infraestructura, recursos, tecnologías, relaciones interinstitucionales,entre otros. Son muchas las cuestiones que se entretejen con la universidad, es un sistema complejo y requiere ser analizado como tal.

¿Qué opina?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.